domingo, 13 de septiembre de 2015

Despedida de Bonilla.



Carta de un prófugo a su amigo del alma, su hermano mayor.

Querido hermano, amigo del alma que ya no estás con nosotros. Soy otro Bonilla y tengo mucho que contarte. El principio es tu final y tu final ha sido la causa y mi bendición ahora, un años después.

Reyes  ¿te suena el nombre? Ya sé que no era santo de tu devoción pero me hice amigo de él.Tu instinto de sabueso no te engañó. Victor ocultaba cosas pero no tenía nada que ver con la DGD. Sí con Ortega pero fue en defensa propia, era él o el otro pero eso ya no importa. Víctor era, es, un prófugo al igual que yo. No te asombres, razones tenemos. Lo suyo viene de lejos lo mío vino después de Lourdes pero eso, eso te lo cuento un poco más tarde.

Victor, Enrique Forján en realidad, es una gran persona, te lo repito porque quizá sigas sin creerme. Los fascistas le arrebataron a su hijo y mataron a su mujer. Por matar al responsable de la muerte de su mujer le cogieron y condenaron pero valiente que es pudo escapar.Ya en Francia se llamó Victor Reyes y allí pasó unos años, como asesino a sueldo. Cosas que pasan, cuando se pierde las ganas de vivir, la ilusión y el vacío se apodera de uno, ¿ verdad que sí? Yo lo entiendo.Cansado ya de matar, con nueva energía y dinero para buscar a su hijo, a Madrid que vuelve. Y en esa estaba cuando le conocimos. Ya ves, los tiros no iban por dónde pensabas y puede comprobarlo. Tras tu muerte, pensando que había sido él el causante, fui a buscarle pero entendí que no había sido él y una noche, caminando juntos por la plaza, mató por mi y me ganó del todo.

Tu muerte tuvo que ver con el CIL. Los terroristas entraron en nuestro despacho, encontraron los recortes que tu estabas reuniendo y pensaron que estábamos sobre una pista. Todavía no estoy seguro si iban a por ti o a por mi, pero las balas las recibiste tú y a mi me empezaron a observar y a seguir y si no hubiera sido por Victor, que caminaba junto a mi,  que sacó antes la pistola que yo hoy estaría contigo, allá dónde estés y Asun condenada a ser viuda para siempre. Luego me entenderás mejor.

Victor mató al terrorista y más tarde, supe por otro terrorista que el que mató Victor había sido quien te disparó. En el registro del cuerpo encontré un mechero y por culpa de ese mechero secuestraron a Jesús. Dentro había un microfilme que no ayudó en nada a dar con el paradero del resto de los terroristas. Como fuere, mechero a cambio de Jesús y asi fue. Gracias a Jorge, otro terrorista pero uno bueno, de esos que tienen buen fondo y conciencia, y que resultó  ser el hijo de Victor, es decir, Victor Forján, hijo de Enrique y Reyes, a Jesús no le pasó nada. Asun puso tierra por medio, el CIL seguía dando guerra y junto con Jesús se fue a Suiza a empezar de nuevo.

Continuemos con Jorge. El pobre chico entró en el CIL solo para derrotar al regimen. No sé si se enteró por la pareja de fascistas  que le adoptaron, y poco o nada de amor debieron de darle, que era hijo de unos rojos, quizá se lo restregaron por la cara .El caso es que pensó que sus padres habían muerto a manos de los fascistas y  quiso vengar su muerte de esa forma, luchando contra el regimen y se unió al CIL.

Como era químico le colocaron en Químicas Blasco y llegó a conocer a Asun. Pero amigo del alma, el no era tan sanguinario como los otros. No quería que las bombas explotaran pese a entregar los componentes de las misma que sacaba de Químicas Blasco. No quería que muriesen, como daños colaterales, gente inocente pero murieron. Imagínate si era bueno que a Lourdes, no la has conocido pero fue otra víctima de la bomba de la DGD, embarazada que estaba entonces, perdió a un marido que no amaba, quedó en silla de ruedas y al poco de conocernos se fue a vivir conmigo a vuestro piso, para huir de su padre cuyo deseo siempre es ley, de volver a casarla con otro noble de gran fortuna, porque Lourdes era hija de un Marqués y un detective como yo no es nadie. Como te decía, que me pierdo, el CIL encargó a Jorge matar a Lourdes pero este no pudo. Subió y lo intentó aunque no quisiera, la cúpula se lo había mando, es lo que pasa, amigo del alma, hermano mayor mío, cuando en una organización anarquista hay cúpula no se puede ni rechistar.  En esas estaba, diciéndole a Lourdes que no era nada personal cuando ella sintió contracciones de parto, ella se desmayó del miedo, no por las contracciones, pero es que los dolores y el miedo que estaba pasando pudieron con ella. Jorge llamó entonces a una ambulancia y se marchó.  

Lourdes murió después del parto pero su hijo, Héctor en tu honor, se quedó conmigo. Antes de morir nos casamos en artículo mortis y le prometí que el niño lo cuidaría yo como si fuese de mi propia sangre. El abuelo del niño, que ni tan siquiera fue al entierro de su hija, me citó en los tribunales, sacó a relucir mi pasado de la droga de cuando lo de Brigitte y no tuve más opción, en vista de que no iba a ganar que marcharme a Suiza con Héctor en brazos. Asun vino a buscarme y por eso soy prófugo aunque ahora estoy en Madrid, por poco tiempo, eso es verdad, no quiero pasar muchas horas lejos de mi familia del cantón alemán de la alpina Suiza. Lo de familia también lo entenderás después.

Retomo la narración. Arratia, un comisario de la Social con fama de carnicero en Bilbao llegó a Madrid y ya ves, terminamos siendo amigos y unidos en las ganas de acabar con el CIL, nuestra amistad se hizo inquebrantable. Yo quería vengar tu muerte y el quería barrer al CIL.  Que fuera de la social y la fama que tenía no cuenta para nada. Desde que te has ido he cambiado mucho y mis prejuicios sobre los de la social se perdieron en uno de esos sumideros invisibles de la Plaza de los Frutos. 

Cuando los terroristas secuestraron a la madre de Laura Blasco, a quien si has conocido como jefa de Asun, Jorge quiso liberarla pero llegamos Arratia y yo y lo estropeamos todo. Allí fue cuando Corrales, el otro terrorista, confirmó que ellos, el CIL eran los responsables de tu muerte. Jorge mató a Juana, la madre de Laura por error, no fue adrede, él no quería, Juana se metió por medio.
No sabes lo mal que el chico lo pasó porque estaba enamorado, perdidamente enamorado de Laura y no podía confesar que era del CIL y menos aún que había matado a su madre ¿ te imaginas el pastel, no?. Como te decía antes, si no hubiéramos llegado nosotros dos, el comisario Arratia y yo, a lo mejor la pobre mujer lo hubiera contado pero no, murió la señora de Blasco y los dos, Corrales y Jorge escaparon. A Corrales le cogió Arratia después pero no cantó, se tomo su cápsula de cianuro porque él era un terrorista al uso, de los que sí obedecen órdenes y no cuestionaba nada, justo lo contrario que hacía Jorge.

Cuando yo me fui a Suiza le prometí a Arratia volver para terminar con el CIL. Victor, a quien Arratia le ha dejado escapar aún sabiendo su pasado y lo de Ortega, para que luego se quejen de los de la Social, me ha llamado para decirme que Arratia y Jorge estaban secuestrados y me necesitaban. Como comprenderás, pese a ser prófugo tomé el primer avión para Madrid, gracias a la fortuna, aunque la monetaria no me la pude llevar, no me faltan recursos en Suiza y un billete en primera clase para el primer avión es pan comido para mi.. Volvamos al presente. Nada más llegar me vi con nuestros amigos de la comisaría y me contaron que Arratia había pedido el traslado de un preso, hermano del cabecilla de la cúpula del CIL. En comisaría no sabían nada de que Arratia estaba secuestrado y yo no dije ni pío y de si soy prófugo o no, tampoco se habló. Me enteré de cuándo, cómo y dónde, vamos que me dieron la  ruta del  traslado y allá que me fui con Victor.

Cuando interceptaron el furgón los del CIl, los grises que iban murieron a manos de estos y el hermano de Barroso, el mandamás de la cúpula, se reunió con su hermano y entonces aparecimos Victor y yo pistolas en mano. Pena que Barroso tomará a Arratia como rehén y que Victor no se diera cuenta de que otro terrorista, escondido en algún lado, le ponía una pistola en la nuca y en esa estábamos, cuando sonó un disparo, Barroso cayó al suelo, yo me cargué al hermano y Victor al otro. Te preguntarás de dónde salió el disparo que nos salvo pues de Jorge. El chico pudo someter a su guardián quien iba a matarle pero él, pese a estar hecho polvo, sangrando y un ojo cerrado por un gran hematoma, pudo con él y corrió a nuestro encuentro. Llegó milagrosamente a tiempo. Padre e hijo se abrazaron y en esto Barroso, con su último aliento dispara de nuevo a Victor pero es Jorge quien recibe la bala. Muerte de Jorge Archete, nacido como Victor Forján, en brazos de su padre y de su amada que llega igualmente a tiempo de oír las últimas palabras de este terrorista bueno y por este gesto, y otro de un aviso de bomba y desactivación de otra, el honor de ser héroe, pero muerto, ha recibido.

No me quiero alargar más asi que voy resumiendo. De vuelta a Madrid, Arratia duró un suspiró pues en la misma pensión con un ramo de flores pistola en mano un sicario le mató, eso sí, al menos pudo pasar una noche de amor con su amada. Victor y Laura, como Jorge les dijo, van a ser felices juntos. Prófugo pero con el vivo retrato de su mujer amada a su lado camino de Nueva York que va. Y yo me vuelvo a Suiza, tras despedirme de Manolita y entregarla una carta de Asun. 

Querido amigo del alma, hermano mayor, jamás te olvidaré y recuerdo tus palabras muy bien: “cuida de Asun y Jesús si algún día yo falto” y eso vengo haciendo solo que ahora planes de boda tenemos. El pequeño Héctor y Jesús ya son como hermanos. Lourdes y tu vivís en ellos pero Asun y yo ya somos dos en uno y es que la vida es así, continua y los grandes amores pasan a la historia, las historias breves y tiernas también,  pero el presente es de los vivos, el amor va pareja de la muerte porque esto es AMAR.

Querido hermano, amigo del alma, me despido de ti, ante tu tumba que tengo en mente, perdona que no haya ido a visitarte, no tengo tiempo.  Te he contado, lo mejor que puedo,los acontecimientos que me trajeron aqui y el futuro que me espera junto a quien fuera tu mujer, mi mejor amiga y ahora la mía asi que he cumplido mi promesa, tu muerte está vengada y ellos me tienen a mi.
Un abrazo,
Bonilla.

lunes, 22 de diciembre de 2014

El diario del padre de Pilar. Capítulo 8 y Final.



     
Cena en casa de Bonilla.


“    Nunca me he considerado comunista en el más estricto sentido de la palabras. Soy, tengo y siempre tendré ideas socialistas pero no milité ni milito en ningún partido. No obstante, cuando el Socorro Rojo Internacional, la organización del partido comunista, lanzó su S.O.S para ayudar a España bajo el lema de ” si no podemos ayudarles con arma lo haremos con nuestra sangre”  no lo pensé mucho y allá que fui.
      No sabía mucho de España, tan solo que la comunidad internacional no hacía nada, que el ejército republicano necesitaba gente, que la república peligraba y que el fascismo avanzaba ayudado por el nazismo y Europa no se quería enterar.
      El ejército republicano no tenía gente suficiente , la mitad de sus militares se habían pasado a servir a Franco, Inglaterra se negaba a venderles armas, Francia miraba para otro lado mientras  Hitler y Mussolini apoyaban a Franco. 
      Partí a París junto con otros belgas para ofrecerme como voluntario, de allí a Marsella para llegar en barco a Barcelona . 150 voluntarios de nacionalidades diferentes que fuimos recibidos en Barcelona con los brazos abiertos al igual que en Valencia.  De allí a Albacete para entrenarnos, muchos voluntarios no habían hecho el servicio militar en sus países y después a Madrid, al frente, tres semanas más tarde de nuestra llegada. En Madrid vi morir por vez primera a camaradas, aprendí el dicho de que la bala que mata esa no la oyes venir y yo estaba dispuesto a morir para liberar a un pueblo y a Europa del fascismo y del nazismo, lo que no sabía y no contaba con ello era encontrar el amor en el frente de Teruel como así pasó.......”

Así comienza el diario de Robert Lefferink, el padre de Pilar y que la revista a Media Voz no ha podido publicar debido a la censura aunque esa primera página no haya sido elegida para abrir la serie. A Asunción le cuesta asimilarlo, la negativa les acaba de llegar. Si se atreven a publicar se cierra la revista para siempre, asi de claros han sido en la misiva que les ha llegado.  

-        Sabíamos que era muy difícil Asun que la censura no nos dejaría publicar el diario al menos que lo reescribiéramos nosotros y lo situasemos en otro país . No se trata de un texto escrito por nosotros entre líneas, se trata de los recuerdos y vivencias de alguien que lo ha vivido y que lo ha escrito en un país en el que si hay libertad de expresión.
-        Ya lo sé Julio y te agradezco que lo intentaras. Ya ves sigo siendo una ilusa, sigo creyendo que las cosas están cambiando en España, pese al consejo de guerra que ha tenido lugar, yo me hago ilusiones con una apertura pero no, nada cambia y a este paso nada cambiará nunca.
-        La historia de los dos hermanos que se encuentran por fin si te la han aceptado, algo es algo.
-        Cambiando los años de la guerra y posguerra por la inmigración claro. No estoy orgullosa de ello y no les puedo hacer eso a Pilar y a Miguel. No lo vamos a publicar tampoco. Como me llamo Asunción Muñoz que algún día publicaremos la historia y el diario.
-        Estoy seguro Asun, estoy seguro. La revista pierde este caso pero la agencia de tu marido y Bonilla pueden celebrar y bien en alto el cierre del caso. La búsqueda de Miguel ha terminado y con éxito. Vete a casa, no le des más vuelta al asunto, se ha intentado, hemos perdido esta batalla pero alegra la cara y ponte guapa para la cena de esta noche en casa de Bonilla. Nos vemos allí.

Bruselas 28 de febrero de 1974

Queridos amigos,
Supongo que Bonilla ya os habrá contado todo y para vosotros, para el despacho, quizá sea un caso más, un caso cerrado y con éxito pero para mí ha sido toda una revelación, creo que creo en los milagros. Sí, ha sido un milagro el poder haber conocido a Miguel, un milagro el haber podido entregarle las carta y brindarme su amistad, amistad que recibo como un último regalo de mi padre y no me olvido del otro milagro , el milagro de haberos conocidos a vosotros, a las chicas, a Bonilla, a Vallejos a todos. Jamás encontraré las palabras adecuadas para agradeceros vuestra ayuda y apoyo por muchas veces que os diga Gracias de todo corazón.
Cuando llegamos a Bruselas confieso que, pese a todos los indicios y datos que nos traíamos de Madrid, no me esperaba nada y así, sin hacerme ningún tipo de ilusión acompañé a Bonilla al despacho de Ten Cate. La verdad es que Maarten, el nombre de pila de Ten Cate, me sorprendió gratamente, por su juventud y por las diligencias que había hecho nada más ponerle Bonilla en antecedentes. Había contactado con un colega alemán que se encargaría de dar con la residencia donde se encontraba Rogelio.Afortunadamente solo había tres en la misma ciudad, según le dijo, asi que si no estaba en la pública probaría en la católica porque en la protestante viniendo de España no le hacía . Minutos antes de despedirnos sonó el teléfono, sin saber porqué me paré en seco y le dije a Bonilla que me pellizcara, no me podía creer que dieran con él tan rápidamente pero sí, era su colega  con una dirección para nosotros. Bonilla y Maarten decidieron acercarse esa misma tarde a Aquisgrán  y quedamos en que me llamarían a casa de mi abuela, como hicieron algunas horas más tarde . Buena suerte dentro de la mala suerte dice un dicho flamenco y eso es lo que tuvieron. Rogelio había fallecido la noche anterior  y Miguel se encontraba allí arreglando lo del entierro. No hablaron con él en ese momento, un empleado les dijo que le podían encontrar en la parroquia del Sagrado Corazón que era donde decía misa o en la vivienda de la diócesis justo al lado de la iglesia. Mi medio hermano era sacerdote y ya estaba localizado ¡increíble!. (Tengo que deciros, que ahora que ya le conozco y he hablado mucho con él, que un poco rojo si que es y que me cae muy bien). Maarten y Bonilla se quedaron hasta el día del entierro y allí pudieron conocer a Guillermo con ayuda de Miguel .Mi hermano se interesó mucho en la historia que tenían que contarle los dos detectives, cuando estos hablaron con él en la parroquia de la que era cura. Miguel no había olvidado a su abuela, ni lo que esta le decía de su madre y de su padre, le enseñaba las pocos fotos que tenían de los tres juntos, las fotos de ellos dos solos en el pueblo y hasta el día de su muerte le habló de su madre. No lo pasó bien con su tío Rogelio, tenía un caracter muy agresivo pero tuvo que vivir con él hasta los 18 años. Su tía por lo contrario era todo dulzura pese a lo mal que la trataba Rogelio. Su tío no quería oir mencionar a su madre y aunque algo que oyó decir a Guillermo, una semana antes de la muerte de Rogelio, le inquietó bastante no podía sospechar que su tío la hubiese encontrado y engañado a su abuela.
Ya sabréis por Bonilla, que una vez que nos conocimos fuimos los dos juntos a casa de Guillermo en Lieja y este, al verme, creyó que estaba viendo a un fantasma. Nos confesó lo que había pasado y juró que solo querían asustarla, que nunca tuvieron intención de matarla.
 El caso de mi madre se ha reabierto y solo Guillermo paga por ello, Rogelio, quien lo planeó todo se fue de este mundo sin tan siquiera arrepentirse de lo que hiciera.
Queridos amigos, dentros de unos días veré de nuevo a Bonilla y a Matilde. No queremos estropearles el viaje asi que les hemos invitado solo un día a comer en casa de mi abuela, con mi tío, Miguel y Maarten .
Espero noticias vuestras muy pronto. Besos y abrazos .

Pilar.

Pd. El sobre que adjunto es para las chicas, favor de dárselo. Gracias.


-      ¿ Estás lista cariño? – oye decir a su espalda
-        Sí, si ya estoy. Perdona es que me he entretenido releyendo la carta de Pilar y recordando la llamada de Miguel. ¿ Nos vamos?
-     ¿ Te encuentras mejor?
-      Si te refieres a si se me ha pasado el berrinche no, no se me ha pasado pero vosotros no tenéis la culpa de que en este país exista una censura que no deja que la verdad salga a la luz.
-    Sabes que puedes contar conmigo y que tienes todo mi apoyo pero no me prives de tu maravillosa sonrisa por mucho tiempo. No te olvides tampoco que en algunas ocasiones nos han obligado a que nos olvidaramos de algunos casos si no queríamos perder la licencia, por no hablar de mi época de comisario y del caso que me costó el puesto.
-   Perdóname cariño, a veces soy una egoista pero me indigna que no podamos ejercer nuestra profesión con entera libertad. Te prometo que pondré mi mejor cara durante la cena y no estropearé vuestra celebración.
- Esa es mi niña – afirma Héctor besando a su mujer antes de ayudarle a ponerse el abrigo.

De camino a casa de Bonilla,  Héctor por su parte, recuerda la euforia de Bonilla cuando este regresó de Bruselas días más tarde de acompañar a Pilar.

-        Socio, ya somos una agencia internacional con renombre. 

Aunque un tanto exagerado en parte tenía razón. No era la primera vez que recurrían a detectives de otros países pero esta vez, al ser un caso que surgió durante el congreso y al intervenir Ten Cate y Krüger el caso es conocido.
A la cena se sumaron Julio,  Vallejo y su mujer asi como Aurelia y Gustavo . Todos ellos habían colaborado de una forma u otra,  brindaban por el éxito del caso y su repercusión.

-        ¿ Qué es lo que oyó Miguel exactamente?  – comentó Laurita antes de brindar
-        ¿“ No tendríamos que confesarle a Miguel lo de su madre”?, eso es lo que oyó el día en que la directora de la residencia le avisó de que su tío había empeorado. Coincidió con que Guillermo estaba con él y la puerta de la habitación estaba abierta. Antes de entrar le oyó decir esas palabras y su tío no respondió , realmente no podía responder, ya casi ni articulaba palabra pero es que cuando hablaba solo recordaba cosas de su infancia. Al finalizar la visita Miguel le preguntó a Guillermo si no tenía algo que contar y este dijo que no, que se refería a algo que pasó cuando eran pequeños y que no tenía importancia pero él se quedó con la mosca detrás de la oreja.
-        ¿ Y cómo podía estar tan seguro que su tío murió sin haberse arrepentido de lo que hizo? – volvió a preguntar Laura.
-        Cuando él y Pilar visitaron a Guillermo – dijo Matilde.
-        Exacto. Cuando nosotros vimos a Miguel nos dimos cuenta de que no había duda, él y Pilar eran hermanos, se parecían bastante,  los dos tienen el mismo pelo rizado y curiosamente el mismo lunar en el óbulo de la oreja derecha como tenía Rosario, algo que Pilar había oído más de mil veces decir a su abuela. No es de extrañar que Guillermo, al verlos juntos se derrumbara y contara lo que había pasado.
Miguel y Mercedes, la mujer de Rogelio, todavía estaban en España, en casa de los padres de ella, cuando él se presentó en su casa. Le dijo que tenía que resolver un asunto antes de presentarse en Alemania, a la dirección que Santiago le había dado. Le contó que Rosario vivía en Bruselas y que no paraba de buscar a Miguel y él no estaba dispuesto a ello “por encima de mi cadaver, este niño no va a parar a un nido de rojos mientras yo viva” le dijo. La inquina que siempre le había tenido a Miguel padre se acrecentó cuando el empezó a sentir algo por su prima pero esta le rechazó por completo. Interceptó toda la correspondencia que le llegaba de Rosario y le dijo a su tía que a su hija la había dado por desaparecida en el frente del Ebro. Guillermo repetía hasta la saciedad que solo querían asustarla. Visto que no se daba por vencida cuando le echaron el sobre con las cartas acompañado de la nota y de que había ido a la embajada de España, decidieron observarla durante unos días y pensar en otra forma para intimidarla.  Lo de la bicicleta, después de ver que tenía la costumbre de no meterla en el patio de la casa, vino por si solo. Les pareció lo más fácil de hacer y aprovechando que Robert y ella habían salido con la niña, limaron los piñones del mecanismo de la cadena. Si todo salía como esperaban, al día siguiente, cuando cogiera la bicicleta para ir al mercado, la cadena se tenía que salir y la obligaría a bajarse, momento que Guillermo aprovecharía para dejarla en la cesta que llevaba otra nota recordándola que se olvidara de Miguel o el siguiente percance podría ser peor. La mala suerte hizo que se cayera y se diese el golpe que le costó la vida. Ellos lo vieron pues la seguían y Rogelio solo dijo, al ver que no se levantaba, que lo sentía pero que muerto el perro se acabó la rabia. Rogelio partió al día siguiente para Alemania, obtuvo el trabajo y cuando consiguió una vivienda compró los billetes para que Miguel y Mercedes se reunieran con él. Mercedes nunca supo nada, ni tan siquiera sabía que su marido interceptaba las cartas. Al morir Mercedes, Miguel ingresó en el seminario y se independizó por completo de Rogelio. El trató varias veces de confesar lo que había pasado pues le remordía la conciencia pero Rogelio le disuadía, si confesaba iría a la cárcel le decía, como ha ido pero al menos, como él dice, se ha quitado ese peso de encima y se arrepiente de no haberlo hecho antes.
-        Se te olvida comentar que Rogelio era un redomado falangista. Si no hubiera caído enfermo se hubiera ido con la división azul como nos dijo Santiago. Este no tenía ni idea de lo que Guillermo y Rogelio habían hecho en Bruselas y él también creía que Rosario había muerto en el frente del Ebro – comenta Asunción que recuerda lo que Santiago les había contado.
-        Y eso explica el que se tomara la educación de Miguel como algo personal. Mientras Rosario y Robert luchaban en la resistencia contra el fascismo, él no pudo luchar para aplastar a los comunistas por culpa de una pulmonía y através de Miguel pensó que luchaba contra ellos y hacía una buena obra - apunta Héctor.
-        Ojalá algún día se pueda hablar libremente de todo esto en España – dice Vallejo- ahora brindemos por un caso bien acabado.
-        Ojalá no haya más condenados a garrote por un tribunal de guerra – comentó Gustavo recordando sus años de militar y la reciente ejecución de Puig.
-        Y porque ojalá algún día se pueda publicar el diario íntegro y sin miedo a la censura.
-        Amén Julio- dijo Asunción.
-        Por todo ello y también por un posible romance, si no me equivoco, el de Pilar y Maarten – dice Bonilla.
-        Todavía es muy pronto para eso Bonilla – comenta Asunción- pero es verdad que parece que le gusta mucho el detective belga a Pilar.

Después de los brindes Héctor y Asunción regresaron a casa. María y Daniel ya dormían desde hacía ahora y ellos también se fueron derechos a la cama.

-        ¿ Crees que alguna vez llegaremos a conocer la democracia en España? – pregunta Asunción al rato de haberse acostado sin poder conciliar el sueño, encendiendo la luz sentándose en la cama.
-        Seguro que sí cariño, ya verás como algún día podrás escribir lo que quieras sin pensar en la censura - contesta Héctor medio dormido
-        No lo digo  ya por mi, ni por el diario, lo digo por nuestros hijos, me gustaría que pudieran crecer en un estado de derecho que haya sido capaz de superar el pasado.
-        Esperemos que sea así – responde Héctor  recostándose en la almohada en vista de que su mujer tiene ganas de hablar-  hagamos como Pilar, creamos que los milagros existen ¿vale? Y ahora mi amor, como no podemos cambiar el estado de nuestra nación desde esta cama, te propongo que me dejes cambiar tu estado de ánimo con lo que tengo en mente, además ya sabes lo que dicen, después de hacer el amor se duerme mejor
-        ¿ No estabas muy cansado y querias dormir directamente?
-        Estaba pero tu me has desvelado .

Asunción apaga la luz, se vuelve a acostar y deja hacer a su marido, sabe que en el fondo tiene mucha razón,  esta noche no pueden cambiar nada y algunas cosas no quiere que cambien,  como el amor que siente por su familia y lo feliz que duerme en los brazos de su marido después de hacer el amor.

Fin





      










domingo, 14 de diciembre de 2014

El diario del padre de Pilar. capítulo 7.




“Los días pasan rápidos cuando se pasan bien” piensa Pilar colocando en la maleta, abierta y sobre la cama, la ropa que Felisa le ha lavado, planchado y doblado sin darle opción a hacerlo ella misma.
Estos días que ha pasado en Madrid han supuesto para ella mucho más de lo que podía imaginarse cuando el viernes pasado subía al avión . Una semana escasa que se lleva consigo para siempre, con una mezcla de alegría y tristeza y es que la sangre tira sin duda alguna. España es en cierta manera también su casa y si alguna vez tuvo duda,  a la hora de iniciar este viaje,  esas dudas se han esfumado por completo.  El balance a un día y medio de su vuelta es positivo y ya sabe que volverá siempre que pueda. Revive los momentos, las cosas que ha hecho, los sitios que ha visitado, las mañanas de café con las chicas grandes: Asun, Matilde, Aurelia y hasta con Laura, las comidas con Irene, María, Clara, Paloma y Suzanne , las risas que han compartido y la  grata sensación de formar parte de un grupo que te admite sin reservas hacen que la emoción la puede. Por primera vez, desde que se instaló en Bruselas se ha sentido realmente a gusto en un grupo, como si conociera a sus integrantes de toda la vida.
No es que Pilar no tenga amigas en Bruselas, en estos tres años de carrera ha hecho amigas, pocas pero buenas amigas y sin embargo la sintonía con ellas es diferente, diferente a la que ha tenido con el grupo de las primas, como ella lo llama, y esa sensación le parece única y extraordinaria.
En el asunto de Miguel no han adelantado mucho. Vallejo ha podido saber que no hay ningún DNI emitido al nombre de Miguel González Ramírez .  El DNI de su tío fue expedido en Avila en 1946 y desde entonces no ha sido renovado. 
En  las embajadas tampoco ha habido suerte.  En ningún sitio consta que  Rogelio Villa Velasco haya residido o sea residente en Argentina o Alemania o haya salido de España bajo la regulación del Instituto Español de Emigración,  pero en  Segovia tuvieron más suerte. Allí estuvo con Vallejo y Paloma , admiró su acueducto, catedral y Alcazar y visitaron a un abogado amigo de Gustavo. La madre de Rosario, al caer gravemente enferma en el otoño de 1949 y en vista de que no sabía nada de su hija desde 1938 y que la habían dado, oficialmente como desaparecida en 1948,   nombró a su sobrino Rogelio como tutor de su nieto Miguel y a este como su heredero. Dicho documento se firmó ante notario y posteriormente, ante el mismo notario, tendría lugar, el 3 de enero de 1950, la firma del acta de venta de la propiedad en la que la abuela había vivido con su nieto. El notario ya había fallecido y el despacho lo llevaba el yerno y éste le había dado la información al amigo de Gustavo. Rogelio no tenía propiedades en Segovia y su última dirección, según el acta, se correspondía con un piso de alquiler cerca de la Catedral el cual abandonó el 7 de enero junto con su mujer y su sobrino sin dejar ninguna dirección de contacto.
Pilar recuerda que comentaron estos datos cuando estaba comiendo en casa de Asunción y Daniel espontáneamente dio su opinión.

-        ¿ Por qué no ponéis en la revista la primera carta con la foto? asi Miguel se enterará de que se le busca y que su tío es un ladrón, un mentiroso y un asesino. Su madre no estaba muerta, le buscaba y...
-        Para Daniel , presunto asesino – corrige María-  y si hacen eso se levanta la liebre que es justo lo que no quieren ¿ verdad, papá?
-        Verdad princesa pero el campeón tiene razón. Aunque no lo podamos probar, de momento,  Rogelio tenía que saber que Rosario vivía y seguro que fue él quien recogía la correspondencia y manipuló la bicicleta. Si damos con él encontraremos a Miguel.
-         Hay que encontrarle vivo o muerto como en las pelis del oeste - sentencia Daniel.
-        Mejor vivo Daniel. Pilar tiene derecho a saber por qué mataron a su madre . En la revista queremos publicar cada viernes una página del diario y una carta pero cuando el caso esté resuelto.
-        Pues no lo entiendo. Si el caso está resuelto para que publicarlo – tercia Daniel de nuevo
-        En este caso porque el padre de Pilar era brigadista y la gente no sabe nada de lo que hicieron en España ni por qué arriesgaron sus vidas y fueron luego castigados en sus paises de origen ¿ verdad mamá?
-        En parte sí María pero también porque es una historia muy humano y seguro que gusta mucho a nuestros lectores pero Pilar tiene la última palabra.
-        Ya lo hemos hablado en la revista y estoy de acuerdo pero quizá cambie de opinión si en Bruselas se reabre el caso de la muerte de mi madre.
-        Te vamos a echar de menos Pilar ¿ lo sabes?
-        Yo también os voy a echar de menos a todos, María. Pasado mañana me subiré al avión con un nudo en la garganta. Me habéis acogido todos como si fuera familia vuestra y aunque no consiga nada me llevo vuestra amistad y mi casa estará abierta siempre para vosotros.
-        ¿ No vas a volver nunca más?
-        Sí, siempre que pueda y queráis verme Daniel.

Cuando Felisa entra en la habitación, ya arreglada para salir con Pilar, esta cierra la maleta y le agradece una vez más todos sus cuidados. Le ha costado un poco convencerla pero al final ha aceptado su invitación de visitar el Prado juntas y comer después algo  por la calle Atocha mientras Asunción,  en la revista,  atiende una llamada que le ha proporcionado una gran sorpresa y que puede abrir una puerta que creían cerrada. No quiere hacerse demasiadas ilusiones pero algo le dice que puede ser, que quizá estén cerca de encontrar una buena pista y es tanto su entusiasmo que ni tan siquiera llama al despacho para comprobar de que hay alguien. Con sus cosa en la mano le dice a Julio , con quien se cruza en el portal al bajar de la redacción, que se va, que hay novedades dejando a este con la palabra en la boca . “Un día de estos le va dar algo como no se tome las cosas más tranquilidad” piensa Julio viéndola arrancar su seiscientos como si estuviera en un circuito. Asunción recorre el trayecto que separa la revista del despacho en menos de 15 minutos, encuentra enseguida un sitio para aparcar y llama al timbre de la puerta con insistencia.

-        ¿ Dónde está el fuego, mujer? – comenta Vallejo abriendo la puerta
-        Hola, no, no hay fuego pero sí información de primera  ¿ no está Héctor ni Bonilla?
-        Pues como ves no están, yo acabo de llegar y me he encontrado con esta nota. 
“  Gustavo ha llamado, su amigo de Segovia tiene las últimas cartas de Rosario. El nuevo dueño, cumpliendo órdenes del vendedor, las tenía que guardar”
-        ¿ Se han ido a Segovia sin decir nada? Casualidad, Catalina me ha llamado a la revista.
-        ¿Catalina, la del bar del pueblo del padre de Miguel?
-        Sí, la misma. Antes de irnos le dejé una tarjeta de visita y el último número de la revista. Me dijo que si se enteraba de algo que me llamaría y me ha llamado y tengo buenas vibraciones, creo que estamos en el camino.
-        ¿ en el camino a dónde? – pregunta Bonilla quien acaba de entrar al despacho  seguido de Héctor.
-        Para dar con Miguel, bueno con su tío. Hola cariño.
-        No digas nada Asun, déjame adivinar ¿ Catalina se ha puesto en contacto contigo?
-        ¿ Cómo lo sabes?
-        Vi como le dabas tu tarjeta y oí como le decías “cualquier cosa, por pequeña que sea, no lo olvide” y ¿ qué te ha dicho?
-        No se te escapa una mi vida – contesta Asun sacando de su bolso una libreta de apuntes –  pero díme ¿ Habéis ido a ver a Gustavo o a Segovia?
-        A Gustavo, su amigo estaba con él y nos ha traído las cartas. Quien le compró la casa era un conocido de Rogelio y le pidió que guardara toda la correspondencia que llegara a nombre de su tía , que él ya vendría a por ella o mandaría recogerla. Rogelio no mandó a nadie pero como ya sabemos las cartas dejaron de llegar a morir Rosario. La viuda , ahora que ha fallecido su marido, ha llevado las cartas al notario como le pidió su marido que hiciera si a su muerte Rogelio no había venido a por ellas.
-        !Acabáramos! – interrumpe Vallejo- el yerno del notario se las ha llevado a Cosme y éste se las traído a Gustavo ¡Me encanta como se desenreda la madeja ella solita cuando se estira del hilo correcto!
-        Estamos de suerte y justo a tiempo . ¿ Qué tenía que contarte Catalina, Asun?
-        Resulta que Catalina se ha encontrado en Cebreros con una amiga que vive allí y esta le ha comentado que Santiago, uno de los íntimos de Rogelio de toda la vida,  ha vuelto de Francia, se ha jubilado y ha regresado de forma definitiva. Por él se ha enterado que Rogelio vive en Aquisgrán y está en una residencia para personas con problemas mentales.
-        ¿ Emigró con su familia de forma ilegal entonces? – pregunta Bonilla
-        Puede que sí,  ni idea, lo único que Catalina sabe es lo que le ha podido sacar a Santiago y este le comentó  que Rogelio se nacionalizó alemán en los años 60.  Eso explica que no aparezca como residente.
-        ¿ Y Miguel? – es ahora Vallejo quien pregunta.
-        A Catalina le ha dicho que visita a su tío de vez en cuando pero que la relación con él no es buena desde que murió su tía.
-        Podemos suponer que vive también en Alemania, y que tiene la nacionalidad ¿ no? . Hay que llamar a Ten Cate, el se puede informar- concluye Bonilla.
-        Espera, que aún hay más- dice Asun – uno de los mejores amigos de Rogelio,  Guillermo, vive en Lieja, en Bélgica y es el que visita regularmente a Rogelio.
-        El pueblo se quedó casi sin hombres. Todos emigraron al centro de Europa por lo visto.
-        Asi fue Bonilla – comenta Vallejo – pero las divisas que mandaban a sus familias ayudaron también a levantar el país.
-        Lo de la emigración es muy interesante y me ha dado una idea – vuelve a decir Asun – Rogelio, Santiago, Guillermo y Cándido eran inseparables de jóvenes. Después de la guerra Cándido marchó a Argentina y Santiago al norte de Francia. Guillermo acudió a una llamada de Santiago y luego este llamó a Rogelio.  Los tres mantuvieron la amistad pues aunque estaban en diferentes países estaban muy cerca. Tengo la dirección de Santiago en Cebreros 
     ¿ qué os parece si le hago una visita para hacerle una entrevista sobre la emigración ? Catalina le habló de mi y de que estaba interesada en hablar del pueblo y de sus vecinos.
-        Si te digo que no ¿ me vas a hacer caso? –pregunta Héctor a su mujer.
-        Si me explicas la razón quizá me lo piense.
-        Si como tu dices son tan amigos el tal Santiago puede llamar a Guillermo y ponerlo sobre aviso. Mi olfato me dice que Guillermo fue quien le ayudó con las notas a Rogelio ¿ En Lieja no hablan francés?.
-        Sí, tienes razón, Lieja está en la parte Valona y muy cerca de Aquisgrán y relativamente cerca de Charleville en Francia. Es la zona de las Ardenas. Si Asun pregunta bien no tiene porqué relacionar nada al menos que creas que el tal Santiago también estaba en el complot......

Los intercambios en el despacho siguieron durante la comida y esta terminó con una llamada de vuelta a Catalina para que avisara a Santiago de que le iba a llamar. La suerte estaba del lado de Asun y consiguió la cita para el mismo sábado en el que Pilar y Bonilla partían para Bruselas . El destino, caprichoso, quizá le deparara un medio hermano alemán de origen español en un país vecino y a pocos kilómetros de Bruselas.  El resto de la tarde, el matrimonio Perea-Muñoz lo pasó en casa, preparando la entrevista del día siguiente , riñendo por las preguntas y celebrando con besos cuando se ponían de acuerdo. A la hora de la merienda bajaron a casa de sus padres dónde habían quedado para ir a ver a Daniel al partido de baloncesto. Durante la  merienda le contaron a Pilar los nuevos acontecimientos.

-         ¡No me lo puedo creer! Asi que al final mi tío va a tener razón, siempre han estado cerca de nosotros y nos han vigilado. Lo que no entiendo es por qué ese empeño en que mi madre no tuviera noticias ni de su hijo ni de su madre. ¿ Lo hacían por las propiedades de la abuela?
-        No creo Pilar aunque el que las propiedades pasaran a su nombre no es moco de pavo- comenta Héctor- recuerda que Catalina dijo que tenían ideas muy diferentes, que Rogelio y Miguel siempre discutían por política. Puede ser que le odiara por ser rojo y entendiera que Miguel no debería crecer en el seno de una familia roja y menos en el extranjero.
     -        Pues en el extranjero terminó también – comenta Irene que había llegado a tiempo de merendar.
     -        Sí, pero con una familia con ideas franquistas que no era lo mismo- comenta Asun
     -        Lo importante es que ya tenéis una idea de dónde puede estar – comenta Trino-  y hasta puede que Miguel no haya salido franquista, que tenga sus propias ideas y más si se ha criado en Alemania.
    -        Lo importante es que esté abierto a su hermana y lea las cartas de su madre – tercia Felisa-  y ahora se acabó el tema, a merendar que tenemos un partido de baloncesto por ver y María ya nos estará esperando.
    -        Asi sea mujer – dice Trino .

Del partido llegaron pasadas las 9 de la noche. Javier y Daniel habían demostrado a Pilar que podían encestar y esta no dejó de animarles durante los cuatro tiempos además de hacerles muchas fotos. 
El Partido fue muy reñido, el Ramiro ganó por cuatro puntos de diferencia y los equipos hicieron un buen partido y mucho más tarde el matrimonio, como todas las noches, antes de dormir,  hablan de sus cosas en la cama, de la buena suerte que han tenido en el día que se acaba, del gran partido que ha jugado Daniel y  Héctor menciona el cambio que está notando en su hijo.

-        Me ha encantado ver a Daniel tan seguro de él mismo, está creciendo sin que nos demos cuenta y hasta María lo está notando.
-        Ni que lo digas, todavía resuenan en mis oídos lo que María le dijo al acabar el partido “ enano te estás convirtiendo en un gigante, tendré  que llamarte campeón de ahora en adelante”.
-        Pues su contestación me ha emocionado ¿ sabes?  “ para ti siempre enano María, algunas cosas no quiero que cambien nunca”. 
-        Ni yo cariño, me gusta nuestra familia tal y como es y aunque crezcan y nos hagan abuelos seguirán siendo nuestra princesa, nuestro campeón y el enano para María.
-        Ojalá tengamos la suerte de verlo. Buenas noches mi amor.



























      






domingo, 7 de diciembre de 2014

El diario del padre de Pilar. capítulo 6

Escorial y Toros de Guisandos.


Daniel no iba muy desencaminado, cuando dijo que con tanto frío no hay diversión en el campo, pensó Irene más de una vez en estos dos días que estuvieron por la sierra. Claro que ellos no iban a divertirse sino para tratar de buscar pistas, indicios que ayudaran a Pilar. Se sentía identificada con la joven porque a ella también le mataron a su madre y la privaron de sus caricias. Creció con su recuerdo, con su fotos y con el cariño del que hablaban sus tíos y sus abuelos pero seguía sin perdonar al hijo del juez que se subió a la acera con su moto adulterada, perdiendo el control de ella atropellando a su madre causándole la muerte en el acto. La culpa fue de su madre, según testigos pagados por el mismo juez, de su madre por querer cruzar sin mirar y aunque Rubin, el jefe de su tía Asun en la revista, entonces se llamaba Sucesos, encontró otros testigos que desmentían la versión oficial, la verdad nunca salió a la luz. Al final el hijo del juez dio con sus huesos en la cárcel, cuando el señor juez como padre se cansó de cubrirle las espaldas por otros incidentes. Ojalá encontraran pistas que sirvieran para dar con el paradero del medio hermano de Pilar y con los responsables de la prematura muerte de la madre de la chica.
Pilar por su parte, se conformaba con saber algo de su medio hermano, probar que lo de su madre no había sido un accidente con mala suerte era casi imposible, habían pasado muchos años y las notas, de las que hablaba su padre, ella no las tenía aunque Héctor le había dicho que Bonilla estaba en contacto con un buen detective en Bruselas, con muchos contactos en la policía. Ahora, ya de vuelta en Madrid, Pilar recordaba como a pesar del frío que hacía, un frío más seco que en Bélgica, éste no le molestaba tanto como a Irene y pudo disfrutar de la aventura y de todo lo que veía.
Llegaron al Tiemblo el sábado por la tarde, a la hora de la merienda, tras pasar por El Escorial como ella les había pedido. El real sitio, como estudiante de último año de Historia, en la Universidad Libre de Bruselas, lo tenía en su lista desde hacía tiempo y no quería dejar de escapar la ocasión ahora que lo tenía tan cerca.

“De los reyes españoles no hablan muy bien la historia de los Países Bajos ni la de Bélgica pero sin duda alguna el que peor fama tiene es Felipe II”, le dijo a Irene fotografiando el lugar.

Como la silla de Felipe II les quedaba de camino, contemplaron desde allí el monasterio y el monte Abanto con nieve en su cima y más tarde comieron en Robledo. Tanto Asun como Irene se conocía la zona bien, no muy lejos del Escorial quedaba Valdemorillo donde la abuela Felisa y la tía Manolita tenían su casa e Irene le contó a Pilar la historia del abuelo Basilio, que durante la guerra fue mal fusilado y estuvo un tiempo mudo, que adoraba a su nieta Chelo y le pagó las clases de baile. Recuerdos y más recuerdos de oirlos contar que a su vez relataba a Pilar y una noche más se quedaron dormidas a altas horas de la noche mientras en la habitación de enfrente, Héctor y Asun,  lamentaban el que no fuera posible poner una conferencia a Birmingham para hablar con María. Resignados pasan a repasar la estrategía para el día siguiente en el pueblo del padre de Miguel.

-        Aunque me parece un poco exagerado – dice Asunción- quizás tengáis razón tanto tu como Pilar. Como no sabemos lo que nos vamos a encontrar y con quien vamos a hablar, mejor la llamamos por su segundo nombre, Claire y es francesa en vez de belga como ella nos ha propuesto.
-        Debo reconocer – comenta Héctor -  que a sus 24 años es muy sensata aunque muy atrevida por la forma que tuvo de actuar en Bruselas y te confieso que temo defraudarla. Quizá hubiera sido mejor que hubiese acudido a un colega belga, en lugar de a mi que no me conocía de nada, por mucho que hubiera oído mi nombre el día anterior y escuchado mi intervención.
-         Recuerda que nos dijo que fue un impulso, que no lo tenía pensado pero que ahora no se arrepiente, y eso te lo ha recordado esta misma tarde.
-        Por eso mismo, me preocupa que levantemos la liebre y que le pase algo. No me lo perdonaría.
-        No vamos a levantar ninguna liebre, vamos a tener mucho cuidado, Irene la primera. ¿ Quieres que te ayude a relajarte con unos buenos masajes?
-        No me vendría mal amor, nada de mal ¿ con la luz encendida o apagada?
-        Como tu quieras, estoy a tus ordenes – contesta Asun dispuesta a mimar a su marido y borrar de su cara ese semblante serio que le había vuelto al no poder hablar con María.

Al día siguiente, antes de ponerse en camino a Hoyos de Pinares, tomaron las fotos de los Toros de Guisando y  ya en el pueblo del padre de Miguel, entraron en el bar de la plaza y Pilar llamó enseguida la atención del anciano matrimonio que hallaba en el mismo, como le contaba Héctor a Bonilla sentados en el  café Comercial esperando a que Asun llegara con Pilar de su visita a la revista.

-        No me digas que la anciana creía ver un fantasma cuando vio a Pilar
-        Casi Bonilla, pero una de las hijas, que estaba con ella y que también conoció a Rosario le dijo que la nuera de Enriqueta tenía el pelo negro y los ojos también.
-        ¿ Se parece realmente tanto a su madre?
-        Las dos tienen el pelo muy rizado pero Pilar tiene la piel más blanca, pelo rubio y ojos azules como los tenía su padre y los tiene su tío. En la foto no se aprecia muy bien pero la postura y el corte de cara sí puede que sea el mismo que el de su madre.
-        Tuviste una suerte loca socio, no sé como te las arreglas pero te ponen las cosas en bandeja.
-        No te quejes Bonilla que tu no te quedas manco ¿ No acabas de decir que Ten Cate ha dado con el expediente en casos abiertos y que las notas que recibiera Robert están en él?
-        Sí, es verdad – ríe Bonilla un poco nervioso – pero la suerte no es mía es de Ten Cate y sus conexiones. Estoy pensando en volar con Pilar el viernes y ver como podemos reabrir la investigación.
-        ¿ Vas a volver a cambiar la fecha de los billetes? –pregunta Héctor un tanto extrañado ya que la nueva fecha era para Marzo.
-        No, no, ni mucho menos. Lo he pensado mejor y tenías razón, a Matilde no le haría ninguna gracia que me ocupara de un caso estando de vacaciones y además para que esperar a mediados de marzo. Vallejo ya está en el caso de Gustavo, Asun te puede echar una mano si es necesario y por unos días no creo que te agobies sin mi ¿ o sí?
-        ¿ Estás buscando cumplidos, Bonilla? Deja,no conteste, ahí llega Pilar y Asun, la puedes preguntar directamente si ella está de acuerdo en volar contigo el viernes.
-        Pues mira, eso voy a hacer ahora mismo, gracias socio.
-        Muy buenas – saluda Asun con un beso a Héctor y otro a Bonilla, presentándole a Pilar.
-        Encantada – contesta Pilar al saludo de Bonilla dándole un besos – asi que tu eres el famoso Bonilla. He oído hablar mucho de ti este fin de semana.
-        Espero que no te hayas asustado, no es tan fiero el león como lo pintan. Le estaba contando a Héctor, cuando habéis entrado, que he estado hablando con nuestro amigo detective en Bruselas y hay posibilidades de reabrir el caso de tu madre. He pensado que podía volar contigo el viernes ya que necesitamos tu firma para poder investigar el caso.
-        ¿ Estáis seguros de que se puede reabrir? No quiero hacerme ilusiones, con saber algo de Miguel ya me conformo.
-        Ten Cate si lo está pero por eso conviene que estés tu también delante para discutirlo ¿ Puedo asegurarle que nos vemos este sábado?
-        De acuerdo pero por la mañana que por la tarde quiero ir a Brujas a pasar el fin de semana con mi abuela. ¿ Tienes alojamiento en Bruselas?
-        No, pero eso se arregla en un periquete, en cuanto llegue al despacho. Bueno, y ahora que estamos todos, empezad a contar como fue lo del bar en Hoyos.
-        Que lo cuenten ellas – dice Héctor bebiendo con calma su cerveza, dispuesto a escuchar el relato de Asun. Le encantaba oir a su mujer relatar historias y no podía apartar la mirada de ella de lo orgulloso que siempre se sentía.

Asun comienza a contar como entraron primero ella y Héctor en el bar, que era el mismo edificio que se veía en la foto mientras Irene y Pilar se quedaron haciendo fotos del pueblo.
La misa de las once acababa de empezar, el bar estaba casi vacío a esa hora, solo una mesa estaba ocupada por una pareja de ancianos y detrás de la barra una mujer de unos 50 años que atendió rápidamente a los desconocidos. Asun tras pedir un café con un bollo se presentó como periodista que recorría los pueblos de la sierra cercano a Madrid, en nombre de la revista, para promocionar el turismo de interior mediante historias interesantes de sus vecinos. Héctor se presentó como el fotógrafo de la revista y marido de Asun y estaba a punto de mencionar a Irene y Pilar cuando estas entraron riéndose y quejándose del frío. Nada más entrar Pilar se quitó los guantes, la bufanda y el gorro que llevaba, sacudió su cabeza, se llevó los dedos a su melena rizada  y la atusó con ellos. Los ojos de la anciana y los de la mujer de detrás de la barra se clavaron en ella y el anciano la señalaba con el dedo cuchicheando sin ningún miramiento. Pilar sintió las miradas y molesta hizo ademán de volver a salir a la calle cuando la mujer de detrás de la barra, se acercó a ella y la pidió disculpas.

-        Perdonen a mi madre, ya es mayor y confunde a la gente. Lo siento de verdad señorita – le dijo mirando a Pilar -  usted nos recuerda a la nuera de su mejor amiga, a la pobre Rosario,  tristemente desaparecida en la guerra.  La verdad es que acaba de hacer el mismo gesto que hacía ella cuando entraba en nuestro bar en el invierno.

Al oir el nombre de Rosario, Asun reaccionó enseguida evitando que Pilar hiciera un comentario.

-        ¿ Desapereció en la guerra? ¿ Podría contarme más cosas sobre ella? Puede ser una buena historia para nuestra revista y promocionar el pueblo.
-        No estoy muy segura de que al pueblo le guste salir en revistas contando cosas de la guerra y de sus vecinos pero, en cualquier caso, Rosario no era del pueblo. Tenía una tía casada con un vecino del pueblo  y a veces venía con su madre en el verano.
-        Antes ha dicho que era la nuera de Enriqueta y que esta era la mejor amiga de su madre asi que me imagino que Rosario y el hijo de Enriqueta se conocieron en el pueblo, durante los veranos y que se gustaban desde pequeños. Yo huelo una gran historia de amor rota por la guerra – comenta de nuevo de Asunción.
-        Tiene buen olfato – responde Catalina, la actual dueña del bar que al final termina por presentarse – es cierto, fue una verdadera desgracia, Miguel y ella se conocían desde los 12 años . Si le interesa la historia se la cuento pero por favor no miente el nombre del pueblo, no quiero problemas.

Asunción miró a Héctor y este con la mirada le indicó que aceptara la propuesta y Catalina comenzó a contar.

“ Enriqueta, la suegra de Rosario, y mi madre eran como hermanas y  Sagrario, la hermana de la madre de Rosario, casada con un vecino del pueblo, se hizo muy amigas de ellas nada más llegar al pueblo. La madre de Rosario, Pilar, vivía en Coca pero solía venir a ver a su hermana con Rosario. Como fuere, los niños se hicieron mayores, Miguel se fue a Madrid al cumplir los 23  en el 34 y Rosario le siguió dos meses más tarde pues eran de la misma edad. Rosario era enfermera y Miguel era mecánico. A Miguel le gustaba mucho la política, desde siempre, por eso tenía peleas dialécticas con el primo de Rosario de ideas muy opuestas, y decían que estaba afiliado a UGT y colaboraba en piquetes. Tuvieron un bebé precioso que pusieron Miguel de nombre y les gustaba venir los fines de semana con él pero la felicidad parece que no estuviera hecha para ellos. A los pocos meses de nacer el niño, Miguel murió en una revuelta, días antes del Alzamiento. Rosario vino con el niño a que le viera su abuela y le comunicó que llevaba al niño a su madre, a Coca, que podía irse con ella si quería, pero que ella tenía que seguir luchando por lo que había muerto Miguel, se lo debía a su hijo. En 1938 Pilar, la madre de Rosario, dejó de recibir misivas de su hija. Eran siempre cortas recordando que cuidara mucho de su hijo, que pensaba en ellos mucho,  que estaba bien y que volvería para que se fueran con ella. Cuando acabó la guerra Rosario no dio señales de vida, seguramente es una de las que está enterrada en una fosa común”.

-        ¿ Cómo pueden estar tan seguros? – preguntó Héctor - ¿hicieron algo por buscarla?
-        El primo de Rosario lo intentó pero dijo que se la daba por caída en el frente de Teruel.
-        ¿ y que es del hijo de Rosario? – pregunta Asunción
-        Ahi si que no puedo ayudar. No sé nada. Sagrario fue la primera en morir a poco de acabar la guerra , un año más tarde el marido. En el 46 Pilar pasó un tiempo en casa de su sobrino con su nieto pero cuando el sobrino le dijo que pensaba casarse ella regresó a Segovia. Enriqueta murió poco después y un buen día el primo de Rosario, que se había mudado a Segovia, vino a decirnos que Pilar había muerto y que el y su mujer se hacían cargo de Miguel.
-        ¿ Y eso en qué año era? – pregunta Héctor.
-        A finales de 1949, antes de las navidades, sí, antes de las navidades porque mi madre le dio una bufanda, que ella había hecho, para Miguel como regalo de reyes.
-        ¿ Y no han vuelto a ver al primo de Rosario desde entonces? – se atreve a preguntar Irene.
-        No, por otros vecinos entendimos que tenían planes de irse a trabajar fuera de España, tenía un amigo en Alemania y otro en Argentina y los dos le estaban tentando en ir para allá. Por el dinero no creo que lo hiciera, la casa de su padre la vendió y sacó buenas perras, los bienes de su madre y de su tía en Segovia pasaron a su nombre y la mujer de Rogelio era de posibles, su padre tenía una bodega y varios campos por Valladolid.
-        Asi que Rogelio, como se apellide se quedó con Miguel y lo mismo puede estar en Alemania que en Argentina. Espero que al niño le hable de sus verdaderos padres al menos – comenta Irene – yo sé lo que es crecer sin padres.
-        Villa, Rogelio Villa – dice Catalina – sí, yo también lo espero. Estoy segura que si Rosario no volvió junto a su hijo fue por fuerza mayor.
-        Yo también lo creo – dice Pilar recobrando el habla tras asimilar todo lo que estaba oyendo – y me gusta que yo les recuerde a ella porque creo que fue una muy buena persona y mejor madre aunque no volviera a ver a su hijo.

Poco después se despidieron de Catalina, tomaron algunas fotos del bar, del viejo matrimonio testigos de tantas historias no publicables todavía, como pensaron Héctor y  Asunción. En Madrid tendrían que averiguar a dónde había marchado Rogelio Villa como comentaron la noche del domingo recién llegados a casa, con María ya durmiendo en su cama, brindaron en el salón por lo bien que había ido todo.

-        Por mi mujer, la mejor periodista-detective de España.
-        Calla bobo – contesta Asunción sorbiendo de su copa – yo he tenido suerte, he podido hacer hablar a Catalina pero quien dio con Hoyos y pensó que allí podríamos encontrar algo fuiste tú, cariño.
-        No me voy a quitar méritos pero ya sabes, si alguna vez dejas de ser periodista te contrato como detective, juntos formamos un buen equipo. El mejor del mundo en todo. ¿ Te he dicho ya hoy que te quiero?
-        Bríndo por lo del mejor equipo del mundo, te tomo la palabra en eso del contrato si lo necesito y sí cariño, me has dicho hoy por lo menos cinco veces que me quieres pero no importa, sigue diciéndolo aqui y en nuestro dormitorio que no me canso de oirlo.

Entre besos y arrumacos terminaron la botella, apagaron las luces y se fueron a la cama. En el salón, las copas sobre la mesa, en la alfombra los zapatos de los dos, la corbata de Héctor en el suelo y las medias de Asun junto a una pata del sofá, narraban sin palabras  lo que allí comenzó esa noche antes de irse a dormir.







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