sábado, 29 de noviembre de 2014

El diario del padre de Pilar. Capítulo 5



La tarde de Nochebuena de 1938,
Hoy quiero hablarte, querida pequeña, de como mi ilusión dio paso a una gran desilusión en menos de 24 horas y lo peor de todo, me separaron de tu madre durante varios meses. Como ya te he dicho, salimos de Santander en un barco mercante, con Bandera danesa que nos llevó primero a Dover y desde allí, un día más tarde a Zeebrugge. Afortunadamente desde el puerto inglés pude mandar un telegrama a la abuela pero no estaba muy seguro que de que el tío Jan estuvieran  esperándonos. La travesía, con un mar muy revuelto,  no fue muy agradable, se nos puso mal cuerpo y el frío era intenso pero nos daba igual, estábamos a punto de empezar juntos una nueva vida y yo estaba impaciente por abrazar a mi hermano y a mi madre después de tanto tiempo.Anochecía cuando arribamos al puerto, las farolas de gas ya alumbraban el muelle,  casi desierto a esa hora y como pensaba, ni sombra de Jan pero sí de la policía federal.Éramos los únicos pasajeros para este puerto , habían otros refugiados que iban para Dinamarca y con nosotros bajaron solo algunos tripulantes. Seguimos confiados a la policía y entramos en las oficinas de la aduana, debíamos pedir asilo para tu madre y asi lo hicimos. La policía federal nos hizo esperar un rato largo en una habitación cerrada, con un banco de metal como el de una celda. Se habían llevado nuestra documentación, mi pasaporte de brigadista internacional y el pasaporte republicano de tu madre a punto de caducar.  Cansados, muertos de frío y yo bastante nervioso por la cara que habían puesto los policías al ver mi documento, trataba de disimular mi miedo como podía. Con las manos entrelazadas mirando fijamente la puerta verde por la que el agente tendría que volver, le contaba a tu madre lo que podía esperar cuando llegáramos a casa de la abuela. Seguramente nos encontraríamos con un hermosos conejo guisado, adornado con patatas, zanahorias y guisantes, como todas las nochebuenas, para no variar y después su especialidad como postre, el pudin de navidad con pasas y más tarde mi madre querría acercarse a la iglesia con algunas vecinas mientras mi hermano y yo nos quedábamos jugando a las cartas pues ninguno de los dos éramos muy amigos de liturgia alguna. “Pero esta noche será distinta”, le dije a tu madre, “esta noche no habrá partida de cartas, será nuestra primera noche juntos en Brujas y quiero que sea especial”. Tu madre, mi querida Pilar, asentía con la cabeza y sonriendo me dijo “ te amo Robert y cualquier cosa que prepare tu madre me sabrá a gloria y todas las noches desde que llevamos juntos son especiales y no te preocupes tanto por la tardanza del policía, saldremos de esta”, me contestó besando mis manos tratando de animarme y alejar mi miedo que tan mal disimulaba.  Y salimos hija , gracias a mi hermano, que en vista de que no aparecíamos fue a preguntar a la policía.  Nos llevaron entonces a otro cuarto y allí estaba él con un comisario. Tu tío firmó un papel comprometiéndose a personarse con nosotros, a las 4 de la tarde,  ante la policía de Brujas el mismo día de Navidad y nos dejaron salir pero sin nuestros documentos..........

A muchos metros de altura, lo único que se veía mirando por la ventanilla eran las nubes flotando debajo del avión y un sol radiante que contrastaba con la lluvia fina que caía en Bruselas cuando Pilar, con maletín en mano,  salió de su casa. El boeing 707 de Sabena había despegado a su hora y la duración del vuelo sería de dos horas y diez minutos como les había dicho el piloto, cuando las luces de los paneles ya anunciaban que se podía fumar y desabrochar los cinturones. Las condiciones atmosféricas eran buena, había añadido, no se esperaban cambios y Pilar rezó en silencio para que asi fuera, sin turbulencias que la pusieran aún más nerviosa de lo que ya estaba. Aun faltaba una hora para llegar y de momento había podido controlar su pánico a volar. Hubiera preferido ir en tren pero no disponía de muchos días libres y el viaje en tren duraba dos días, demasiado pensó y al final decidió sobreponerse a su miedo y compró el billete de avión. Ante ella la mesita abierta con el café que la azafata le había traído, sobre sus rodillas el diario de su padre abierto por la página en la que continua, de forma desordenada, contando su primera noche en Brujas con su madre y siente como las lágrimas vuelven a correr por su mejilla, que seca rápidamente , después cierra el diario, se bebe el café y recostando su cabeza en  la ventanilla, con los ojos cerrados se pregunta cuando se le pasará esta angustia que la embarga cada vez que lee lo que su padre ha escrito.  Esa parte, la llegada al puerto de Zeebrugge la ha leído ya varias veces pero sus ojos siguen nublándose.  El mismo día que compró el billete habló con su abuela de ello y esta le contó como lo vivió ella con los ojos húmedos como si hubiera sucedido ayer, tan presente lo tenía aún en su mente. La alegría de poder abrazar a su hijo, después de tan larga ausencia, de dar la bienvenida a su compañera, dejó paso a un temor justificado.  Ni tan siquiera tuvieron tiempo de presentarse ante la policía pues a primeras horas de la mañana vinieron a buscarlos “A tu madre la dejaron en libertad la misma tarde de Navidad pero a mi hijo no le volvimos a ver hasta meses más tarde” recuerda Pilar que le dijo su abuela soltando todo lo que había callado durante años a borbotones  .”Se presentaron de malos modos y se los llevaron sin miramiento alguno exposados como si de dos vulgares criminales se trataran, no nos dejaron acompañarles y tu tío llamó a un amigo suyo que tenía un hermano que era abogado. El hombre se prestó a ayudarnos y por la tarde se presentó con tu madre pero por tu padre poco pudo hacer. Le acusaban de haber traicionado a su patria y como traidor tenía que ser juzgado. A tu madre le consiguió un permiso de refugiada temporal semanas más tarde y un trabajo en un fábrica textil. Cuando en agosto del 39 dejaron a tu padre en libertad, convertido en un apátrida e invalidándole su título de maestro,  también encontró trabajo en la misma fábrica que tu madre. A pesar de que los turnos no coincidían pues tu padre también tenía turno de noche, eran muy felices, fueron muy felices y solo la pena de no saber nada de Miguel ensombrecía esa felicidad.  Cuando el rey,  en 1940, el 28 de mayo , firmó la rendición de Bélgica el gobierno se exilió a Londres, al igual que muchos civiles pero el rey se quedó para vergüenza de Bélgica, por eso tuvo que abdicar en Balduino cuando tu ya habías nacido. En fin, tu padre seguía sin papeles asi que tus padres prefirieron pasarse a Holanda, a Zeeland,  para colaborar con la resistencia holandesa  hasta que en Anveres, dos años más tarde,  se formó la resistencia flamenca. La gente se conformó con el gobierno militar de los alemanes y tuvieron que pasar dos años para que el inconformismo diera lugar a los primeros grupos de resistencia . Con el nacimiento de “ Las brigadas blancas” tu tío Jan, pasó a formar parte de ellas y  poco después tus padres cruzaron el río Escalda y se unieron también. Nuestro sótano dio cobijo , cuando no tenían otra dirección hábil, a pilotos de los aliados hasta que conseguían sacarlos de Bélgica y..............................

-         Señorita, despierte y  abróchese el cinturón por favor , vamos a aterrizar – le dice a Pilar su vecino de asiento sacándola asi de sus recuerdos.
-        OH! Gracias, sí, ahora mismo lo hago.

Hace apenas unos minutos que el boeing de British Airways ha despegado llevando a bordo a Maria y Suzanne. La coincidencia de la llegada de uno y la salida del otro hizo que Asun tras despedirse de su hija  se dirigiese a llegadas para esperar a Pilar, mientras Héctor prefirió subir a la terraza y esperar a ver despegar el avión de su princesa. Cuando al final se reune con su mujer  a ésta no se le pasa por alto el semblante serio con el que llega.

-        ¡Vamos! Alegra esa cara que tu hija no se va a ninguna guerra y dentro de unas horas ya la tendrás al teléfono.
-      Ya, ya lo sé pero no lo puedo evitar. No es un vuelo directo y el aeropuerto de Londres es muy grande.
-     Tranquilo cariño, las dos saben leer y  hablar en inglés y además Suzanne ya ha hecho el mismo viaje varias veces. Pilar debe estar a punto de aparecer por esa puerta asi que, relájate y sonríe.
-     Lo intentaré, dame un beso para que se me pase –dice Héctor señalando su mejilla derecha.
-     De tal palo tal astilla, igualito que Daniel cuando algo no le gusta – ríe Asunción besando a su marido.

Pilar no tardó mucho en salir con la maleta en la mano derecha, una caja de bombones en la izquierda,  la mochila a la espada y un bolso en bandolera cruzando su trenca. Cubría su melena rubia y rizada con una boina haciendo juego con la bufanda y los guantes. Asunción le hacía señas, temerosa de que no les viera entre tanta gente esperando, pero Pilar ya les habia visto y con paso decidido se acercó a ellos. Tras los besos y saludos, preguntas sobre el viaje se dirigieron a buscar el coche para llegar a Madrid cuanto antes.

-        Disculpame si no soy la alegría de la huerta Pilar –  dijo Héctor después de poner la maleta en el maletero mientras la abría la puerta del coche -   hasta que María no llame mi humor dejará mucho que desear, los míos ya están acostumbrados pero tu apenas me conoces y no quiero que pienses que es por ti.
-        No te preocupes Héctor, tu mujer ya me lo había advertido. Mi padre era peor que tu, cuando me fui a estudiar a Buselas, el primer mes, me hizo llamarle todas las mañanas y todas las tardes cuando llegaba a casa en caso contrario se presentaba a ver que me pasaba. Me costó bastante hacerle ver que me agobiaba y que no podía estar llamándole a todas horas pero claro, entonces no sabía nada de lo que sé ahora.
-        Héctor puede ser muy protector pero María sabe como llevarlo y en el fondo le gusta que su padre esté tan pendiente de ella . Tu caso es distinto Pilar – comenta Asun- comprendo que cuando eras pequeña te vigilara constantemente y que no te contaran nada pero, como le he dicho a Héctor hablando de ello, lo que no comprendo es por qué no te contó nada cuando ya eras mayor.
-        Mi abuela y mi tío se lo dijeron varias veces a mi padre y creo que lo intentó. Muchas veces se me quedaba mirando, abría la boca pero era como si no pudiera articular palabra y cuando le preguntaba si se encontraba bien siempre tenía una excusa a mano. Una semana antes de su muerte pasamos un fin de semana en Holanda, en Middelburg y creo que ese día era cuando me lo quería contar, como si presintiera algo, pero al final cambió de tema de nuevo.
-        ¿ Por qué lo crees? – pregunta Héctor parado ante un semáfaro de la Avenida de América.
-        Me comentó que  cuando Rotterdam quedó arrasada por las bombas alemanas el 14 de mayo, el gobierno holandés capituló pero la provincia de Zeeland, Zelandia para vosotros, resistió. Esta provincia es la que está a la otra orilla del estuario del Río Escalda y justo enfrente está Flandes . Como fuere los alemanes tenían orden de aplastar esa provincia y  las ciudades belgas del otro lado del río. El 17 de mayo, la ciudad de Middelburg ardió por todos sus puntos, no quedó nada en pie y como la población había huido el día anterior ni gente para apagar las llamas y que él lo pudo comprobar en persona días más tardes cuando llegó para unirse a la resistencia. Cuando se dio cuenta que había nombrado la palabra resistencia cambió de conversación de nuevo. De vuelta a casa lo intentó otra vez y entonces me confesó que había colaborado un tiempo con ella pero que pronto regresó a Bélgica porque su familia y mi madre le necesitaba.
-        Volvió a cambiar las cosas ¿ no?
-        Sí Asún, por algún motivo que desconocemos no era capaz de contarme lo que escribía, lo que mi abuela había vivido al igual que mi tío y mi madre. Era como si se pensara que me iba a avergonzar por tener un padre que había sido juzgado como traidor . Nada más lejos de la realidad como le digo todas las noches con su retrato en mis manos. Pensaréis que estoy loca por hablarle a una foto pero espero que me oiga, que sepa lo orgullosa que estoy de él y de mi madre. 
-        Loca no Pilar,  mi sobrina Irenita también lo hace, ya tendrás tiempo de conocerla, vas a compartir habitación con ella. Y volviendo a tu padre, ¿ no le rehabilitaron después de la guerra y recobró la nacionalidad ?
-        No inmediatamente, tardó muchos años según me ha contado mi abuela. El gobierno republicano les había concedido la nacionalidad española  de ahi que se negaran a devolverles la belga. Al final él y otros con el mismo problema consiguieron ganar el proceso. Su título de maestro si lo pudo recuperar al terminar la guerra. Mi madre solicitó la nacionalidad belga cuando se quedó embarazada de mi y unos meses antes de que naciera se la dieron. Por cierto, mi abuela tenía una foto que he podido traerme de mi madre cuando era joven con Miguel en brazos. Por detrás de la foto escribió Miguel, tres meses y el resto casi no se puede leer, está ya muy borrado pero parece que la última palabra es Pinar o algo así.
-        Cuando subamos a casa quiero ver esa foto Pilar- comenta Héctor aparcando el coche- . Hemos podido saber que el padre de Miguel era de Hoyos de Pinares asi que quizá la foto se hizo allí y justamente pensamos ir mañana allí, ahora te lo cuento con más detalle.

Aquella noche Pilar e Irene tardaron bastante en dormirse. Se habían caído muy bien y estuvieron hablando hasta altas horas de la noche . Los padres de Asun acogieron a Pilar con los brazos abiertos y esta les hizo entrega de la caja de bombones belgas que había comprado en el aeropuerto. Felisa y su abuela, pensó Pilar, están cortadas por el mismo patrón, siempre pendiente de los suyos y no se les escapa una mientras que Trino le recordaba a su tío Jan por el caracter tan amical que tenía . A la hora de la cena conoció a Daniel y con él estuvo hablando del baloncesto, gusto que tenían en común y que practicaban ambos. Daniel quería saber si había ganado campeonatos y copas y no paraba de hacer preguntas. Héctor tuvo que pedirle calma a su campeón y  contó que Maria había encontrado muy bien a Tim, con el brazo en cabritilla y vendado pero muy animado , después, con la mesa ya recogida hablaron de los planes para el día siguiente. Daniel no tenía interés en ir al campo, como el decía, con el frío que hacía pero Irene quería acompañar a Pilar y a su tía le pareció bien. Más tarde, cuando Daniel duerme , Héctor y Asun examinan con la lupa la foto de la madre de Pilar con Miguel. Está tomada delante de una casa grande de piedra con balcones que dan a una plaza, al fondo de la misma hay una casa con un letrero y ambos piensan que probablemente era un bar o unos ultramarinos. La foto fue tomada en marzo por aquello de tres meses y que Pilar se parece muchísimo a su madre es obvio. Las dos tienen el pelo muy rizado pero el de Pilar es rubio. En la foto Miguel lleva un gorro que le tapa toda la cabeza pero quizá haya heredado el pelo rizado de su madre y pueda ser una pista.

-        A lo mejor mañana tenemos suerte . Yo me voy ya a la cama ¿ vas a tardar? –pregunta Asunción a su marido
-        No, no tardo voy a ahora mismo, voy a por nuestras cartas
-        ¿ Nuestras cartas? Que yo sepa solo te he escrito una, la noche en la que me encontré con Jaime en Colonia por casualidad y pensé que ya la habías roto.
-        Eso nunca mi amor, la guardo como oro en paño y la otra carta o no carta es la redacción de María que no entregó por ser tan íntima y que me regaló por el día del padre.
-        Es verdad, no me acordaba de ella ¿ tienes que leerlas ahora de nuevo?
-        Sí, me temo que tanto diario y conversaciones sobre Robert y Pilar, Robert y Rosario me han puesto sentimental.

Mayo  de 1973

¿ Es necesario que haya un día del padre para dar las gracias y hablar del padre de uno?
Yo creo que no, yo al menos no necesito que exista un día especial para hablar de mi padre y de lo que significa para mi. Hablo mucho con él, no tenemos secretos, le puedo contar todo lo que pienso y él me escucha sin juzgarme, solo me aconseja y confía en mi por encima de todo y esta confianza incondicional que tiene depositada en mi es mi bastión, mi roca y guía para seguir siempre adelante por mucho que se tuerzan las cosas. Hasta ahora he tenido suerte, mis padres viven, puedo celebrar con ellos estos días especiales y soy muy feliz por todo lo que ellos me dan. Mi padre no tuvo esa suerte, creció sin madre y su padre proyectaba su mal caracter en mi padre. Me ha hablado de su paso por la policía, de las cosas que hizo , de las buenas y de otras de las que no está tan orgulloso o nada orgulloso, pero yo estoy muy orgullosa de él por eso mismo, porque es consciente de sus faltas, de sus caídas y vueltas a levantarse y para eso hay que tener mucho valor y mi padre lo tiene, lo tuvo como comisario y lo tiene como detective. Mi padre es el mejor padre del mundo, el marido más maravilloso como dice mi madre, el yerno que se ha ganado a su suegra día a día, el tío preferido de mi prima Irene, el mejor amigo de sus amigos, mi padre lo es todo y yo no necesito un día especial para decirle te Quiero Papa.

María

Lee Héctor en voz alta metido ya en la cama con Asun recostada en él y la voz se le quiebra al llegar al final y le pide a su esposa que sea ella la que le lea carta que le escribiera estando en Colonia y comienza a leer, también ella con un nudo en la garganta.

Colonia, septiembre del 69
Hola mi vida, ya sé que no es manera de comenzar una carta pero es que no puedo encabezarla de otro modo pues acabamos de hablar por teléfono y a los dos nos ha costado colgar . Mañana te volveré a ver y esta carta llegará días más tarde pero te he notado un poco molesto por mi encuentro con Jaime y por eso estas letras. Me he alegrado de verle después de tanto años y la verdad es casi no le he dejado hablar, tras saber que las cosas le iban bien, que vivía en Francia y que estaba allí para un congreso de su partido, he cogido carrerilla y solo era Héctor por aqui, Héctor por allá . Me siento tan orgullosa de nuestra familia que no he dejado de hablar de nosotros, de nuestros hijos y de la gran suerte que he tenido, que tengo y que sé que voy a seguir teniendo de que tu seas mi marido querido, amado Héctor.Solo son dos días sin estar a tu lado pero  se me han hecho eternos y eso que el congreso ha sido interesante pero no, yo ya no vuelvo a ningún otro que se celebre en el extranjero si tu no me acompañas. Te amo Héctor y estoy deseando ya llegar a Madrid para perderme en tu cuerpo y sentir tus besos. Buenas noches mi amor.
Asunción.

-        ¿ Qué he hecho yo para merecer todo este inmenso cariño que me tenéis? – pregunta Héctor muy emocionado
-        Ser tú  y por favor no cambies nunca. Te quiero mi amor, te queremos.
-        Gracias mi vida y quiera Dios que nuestra felicidad dure muchos años.
-        Lo querrá – contesta Asun apagando la luz de la mesilla, acurrucándose junto a su marido como cada noche – Buenas noches mi amor.
-        Buenas noches mi vida.







sábado, 22 de noviembre de 2014

El diario del padre de Pilar. Capítulo 4.



Capítulo 4


Cuando el tibio sol de febrero se filtra por las persianas a medio cerrar en el dormitorio, Asun se despierta al calor de sus rayos y contempla a Héctor durmiendo plácidamente a su lado, le acaricia la frente y le da unos  besitos susurrándole al oído “buenos días, mi amor”, después retira la sábana, busca la bata y las zapatillas y se mete al baño. El mismo ritual de todos los días excepto los días festivos y domingos, esos días gusta de quedarse más tiempo en la cama abrazada a su marido. Durante la semana Asunción y María son las más madrugadoras y  juntas preparan el desayuno en la cocina mientras Héctor se encarga de despertar a Daniel que es un dormilón de primera. Y hoy, como todos los días de diario, a las ocho y media, Maria y su hermano , acabado el desayuno,  besan a sus padres y se marchan juntos a coger el autobús. La puerta no se ha cerrado todavía cuando Héctor aprovecha para devolver el beso de buenos días y las caricia con las que Asun le despierta todas las mañanas.

-        ¿ Comemos juntos fuera o con tus padres? – pregunta Héctor abrazando a su mujer por la espalda besándola  en el cuello antes de ponerse a secar los tazones y platos del desayuno.
-        Con mis padres cariño, mi madre iba a hacer lentejas pero si quieres, ya sabes, las dejas y comemos solos por ahi- contesta Asun terminando de fregar, salpicando a su marido sin querer mojándole la camisa y disculpándose a medias con él - ¿ Ves lo que pasa si te pegas tanto a mi?  
-        Tranquila, no pasa nada, prefiero mojarme y cambiarme que estar lejos de ti- responde Héctor secando el último plato-  y  las lentejas de tu madre no me las pierdo por nada – añade  saliendo de la cocina para cambiarse.
-        ¿ Quieres que te lleve a Carabanchel? – le pregunta Asun siguiéndole a la habitación, sacando otra camisa del armario cogiendo la mojada de encima de la cama.
-        Si no te importa llegar tarde a la revista yo encantado ¿ me abrochas los botones?
-        Te abrocho si guardas tus manos en los bolsillos que te conozco – contesta Asun riéndose –  ahora no podemos empezar a jugar cariño, no quiero llegar muy tarde a la revista.
-        Tienes razón como siempre mi amor , vámonos antes de que me arrepienta.

No muy lejos de allí pero unas horas más tarde, el portero de la finca dónde vive Vallejo,  saluda a éste al verle bajar las escaleras rápidamente,  le recuerda que se abrigue bien, que hace mucho frío y que aún está convaleciente. Vallejo contesta con un movimiento de cabeza al saludo y apresura el paso. Casi siempre charla con él pero hoy no tiene tiempo. Laura le ha entretenido bastante  con sus advertencias, que ella llama consejos y que a él le llegan como órdenes y conociendo al portero se teme oír las mismas monsergas de Laura pero ahora en los labios del portero. La llamada de Bonilla de ayer por la tarde la recibió como agua bendita, le proporcionó la excusa perfecta para salir de casa al día siguiente aunque Laura, no estuviese muy de acuerdo .
Fue al cable que le echó Paloma quien la hizo cambiar de opinión y ahora,  en esta mañana fría  de febrero pero soleada, Vallejo camina a paso rápido y bien abrigado hacia el despacho de Bonilla y Héctor . Por su cabeza rondan las advertencias de su mujer y el consejo de Paloma que no olvida . Unos metros más abajo de su portal se para ante el quiosco en el que suele comprar la prensa por la mañana y saluda al vendedor con la esperanza de que este no se enrolle mucho.

-        Buenos días comisario –  responde Paco, el dueño del quiosco, que conoce a Vallejo desde hace años, mucho antes incluso de que fuese comisario- Me alegro de verlo ¿ Se encuentra ya bien?
-        Yo me encuentro perfectamente ,  ha sido una bronquitis de nada pero la parienta lo exagera bastante , sigue diciendo que si aún toso que sin aún es pronto para salir a la calle,  vamos, lo de siempre.
-        Cuando doña Laura lo dice será por algo. Hágala caso comisario, las mujeres saben más de estas cosas que nosotros.
-        Dudo que ella sepa mejor que yo como están mis pulmones pero mejor dejarlo, anda, dame un paquete de chicle y el ABC.
-        ¿ Paquete de chicle? – pregunta Paco sorprendido, normalmente siempre compra el tabaco con el periódico .
-        Sí Paco, chicle o un chupachups , lo que sea para meterme en la boca cuando me apetezca un cigarrillo. He consentido en dejar de fumar durante una semana y Paloma me ha recomendado que mastique chicle.
-        Pues me parece muy bien hombre, a ver si lo consigue ¡Cuídese!

Domingo continua su camino hojeando el ABC al tiempo que anda y los titulares que lee no le interesan mucho. Los príncipes están de viaje por un emirato y camino de Filipina, el Barcelona ha ganado al Madrid en el Bernabeu, lo cual no le hizo ninguna gracia como buen merengue que es,  problemas en Santander con las lecheras y la página de sucesos, la que siempre lee primero no menciona ningún caso interesante. Mientras en el despacho Bonilla y Héctor intercambian novedades tras disculparse por llegar tarde y perderse en el encuentro con Gustavo.

-        Lo siento Bonilla, no he podido venir antes, ya sabes que hasta la tarde no tengo el coche listo y Asun me ha llevado pero he tenido que volver en metro, desgraciadamente ha habido un corte de luz en el metro y hemos estado más de 20 minutos parados. Nosotros hemos tenido suerte pero parece que en la estación de Plaza Castilla han chocado dos trenes y hay heridos.
-         Ya lo he oído en la radio, mal día para ir en metro, pero díme ¿ Has conseguido algo?
-         Algo sí. En el ayuntamiento he conseguido ver la partida de nacimiento de Miguel y en efecto, fue reconocido por su padre. El segundo apellido de este es Chacón y en el registro de fallecimiento he encontrado el acta de defunción del compañero de Rosario. El padre no era de Segovia pero de Ávila, de un pueblo y quizá allí podamos averiguar si la familia, que supongo que sabrían de la existencia de Miguel, sabe algo del chico ¿ no crees?
-        Me parece bien – contesta Bonilla – yo por mi parte he hablado con Bruselas y Ten Cate va a mirar en la hemeroteca si hay reseñas del accidente de Rosario y también va a contactar con un amigo que era policía por esa época. ¿ Qué tal con María, ayer por la tarde?
-        Muy bien pero de camino a casa tuvo un presentimiento de que algo pasaba y al llegar a casa nos enteramos de que Tim se ha roto la clavícula jugando al rugby y hasta que no consiguió hablar con él no había forma de calmarla. El viernes se va a verle con Suzanne .
-        ¿ Ellas dos solas? – pregunta extrañado.
-        La madre de Tim se ha ido hoy y vuelven con ella el domingo. No me he podido negar. Cambiando de tema ¿ has hablado con Vallejo? – pregunta Héctor
-        Sí, ayer hablé con él, estará al caer.
-        Volviendo a Gustavo,  cuenta ¿ qué es lo que nos ha pedido?
-        Un caso de seguimiento. Un amigo de Gustavo sospecha que su hijo está metido en algo sucio. Falta mucho a clase , llega a altas horas de la noche a casa y dice que ya es mayorcito y no tiene que dar explicaciones a nadie. Su madre está muy preocupada y su padre no puede hablar con él sin discutir. Quiere que le sigamos durante unos días para saber con quien va . Creo que Vallejo se podría hacer cargo de este seguimiento ¿ no crees?
-        Podemos preguntárselo ya mismo , me parece que quien llama es él– contesta Héctor levantándose para abrir la puerta, dando paso a Vallejo .
-        Ya estoy aqui – dice sentándose frente a Bonilla – y no sabes cuanto te agradezco la llamada. Contadme que estoy deseando empezar algo.

La carpeta con los datos del hijo del amigo de Gustavo está sobre la mesa y Vallejo, una vez que Bonilla le ha explicado el caso, echa un vistazo al informe y comenta.

-        Esto es pan comido, en tres días como mucho damos con ello.  Me apuesto a que el joven está metido en algo de política.
-        ¿Por qué dices eso? – pregunta Bonilla
-        Su padre, por lo que leo, es un hombre del movimiento con unos principios muy estricto y una mente muy estrecha asi que no me extrañaría que el hijo le hubiera salido rojo.
-        Puede pero hay más posibilidades – apunta Héctor – no hay que olvidar la droga o el juego. En el informe dice que gasta mucho dinero, su madre sospecha que fue él quién le quito el dinero que guardaba en el bolso, además, según creen, ha vendido algunos regalos de valor que le habían hecho, como el reloj  y unos gemelos de oro que misteriosamente dice que ha perdido. ¿ Por cierto es amigo, amigo de Gustavo o simple conocido de los Tribunales?
-        Le conoce desde la academia militar y no es que sean amigos íntimos pero siempre se llevaron bien, asi que, por muy dura que sea la verdad cuanto antes la sepamos mejor.
-        Muy bien, acepto el caso – dice Vallejo cerrando la carpeta – mañana mismo empiezo y ahora contarme ese caso que os han encargado en Bruselas.

La mañana transcurre intercambiando opiniones, haciendo conjeturas sobre los dos casos que tienen ahora entre mano y a la hora de comer Asunción se pasa a recoger a su marido.

-        ¿ A que no sabéis quien me ha llamado a la revista ? – dice Asunción tras saludar a Vallejo y a Bonilla y darle un beso a Héctor.
-        Si no nos lo dice no lo sabemos – contesta Bonilla
-        Pilar. Me han llamado para decirme que este viernes  viene a Madrid y se trae el diario. Julio está muy entusiasmado con lo del diario. Independientemente de la investigación cree que podríamos publicarlo.
-        ¿ Como historia de amor nacida bajo las balas de los nacionales? – pregunta Vallejo como siempre un poco sarcástico.
-      Pues sí, tendrías que leer el diario para entenderlo. Hay una parte en la que habla del miedo que sentía de perderla cuando estaban en la resistencia . Una vez la detuvieron los de la NBS, los agentes holandeses fascistas y estuvieron a punto de entregarla a los alemanes. Escribe que unos días antes le había hecho prometer que si a ella le pasaba algo, que no se olvidara de buscar a Miguel y decirle todo el amor que sentía por él y lo que le pesaba no habérselo podido traer- Asunción hace una pausa y continua - Pero  también como testimonio de un brigadista que se jugó la vida por el gobierno republicano y que perdió su nacionalidad al regresar a su país además de ser juzgado y encarcelado como traidor a su patria por haber servido a un ejercito que no era el suyo 
-        Es cierto – comenta Bonilla – la mayoría de ellos, los que pudieron regresar lo pasaron mal. En Estados Unidos les pusieron en la lista negra como comunistas.
-        Algunos ni regresaron, se unieron a los grupos de resistencia en Europa - vuelve a comentar Asun.
-        Te veo muy impresionada por esa historia y muy enterada  de la suerte de los brigadistas ¿ quien te ha informado tan bien? – pregunta Vallejo de nuevo
-        Supongo que Julio – contesta Héctor- y sí, yo también he leído algunos fragmentos del diario y la verdad es que me ha impresionado bastante.
-     Gracias cariño. Sí  por Julio y algunos libros editados en el extranjero que tenemos en la revista y que he estado leyendo.
-        Para vosotros el diario si Pilar está de acuerdo, nosotros lo de Miguel – concluye Bonilla dando como cerrado el tema, dispuesto ya a cerrar el despacho.

De camino para casa Héctor le cuenta a Asun lo que ha averiguado en Carabanchel y le propone ir con él el sábado al pueblo de Avila.

-        Podemos hacer como en Salamanca para no levantar sospechas.
-        Entiendo, yo soy la periodista que quiere hacer reportajes sobre pueblos pintorescos y tu eres el fotógrafo ¿ no es eso? ¿ Y Pilar? ¿ viene con nosotros?
-        Si ella quiere sí, claro, aunque confieso que cuando lo pensé en el despacho ella no entraba en el viaje. ¿ Dónde se va a alojar?
-        En casa de mis padres. He hablado con ellos y están de acuerdo. Tiene que compartir dormitorio con Irene pero no creo que la importe. Las dos se han criado sin conocer a su madre y tienen como referente a sus abuelas.
-        En el caso de Pilar también a su padre.
-        E Irene a mi padre, no lo olvides.
-        No, no lo olvido cariño, tus padres se han volcado con Irene como si fueran sus verdaderos padres .
-        Oye , cuando antes has dicho que Pilar no entraba en el viaje ¿ qué planes tenías?
-        Pues quedarnos a dormir en un hotel de por allí y el domingo visitar Los Toros de Guisando, pasear por los pinares y disfrutar de nosotros.
-        Entiendo cariño y creo que podremos compaginar el trabajo con el ocio y Pilar no tiene que ser un estorbo, no va a dormir en nuestra habitación.
-        No claro, pero no sé, no es lo mismo un fin de semana solos que acompañados.
-        No te preocupes mi amor, si la zona nos gusta volvemos tu y yo en primavera- contesta Asun aparcando el coche.

Las lentejas de Felisa saben como siempre, riquísimas, durante la comida hablan de Pilar y Trino asegura que estarán encantados de tenerla en su casa durante una semana. Después del postre y de ayudar a recoger la mesa suben a su casa .

-        Creo que me voy a echar una pequeña siesta antes de ir a por el coche. He comido demasiado y me siento un poco pesado
-        ¿ Quieres que te haga una manzanilla?
-        El mejor remedio sería que te echaras conmigo – contesta Héctor
-        Me encantaría pero.....

El sonido del teléfono  impide a Asunción terminar la frase y al colgar  le dice a su marido.

-        La siesta tendrá que esperar, Glen viene para acá.
-        ¡Qué oportuno!
-        Pues sí pero a mi me viene bien porque de verdad tengo que regresar ya a la revista y he estado a punto de sucumbir a tus encantos de nuevo – responde Asun besando a su marido  mimosamente antes de dejar el salón.

De camino a la revista Asunción recuerda el viaje que hiciera con Héctor a Salamanca, fue la primera vez que le ayudó en un caso, la primera vez que bebió más de la cuenta y la conversación que tuvieron sentados en un banco, en la plaza Anaya, frente a la facultad de Filología, cuando ella preguntó por el supuesto huerto de Calixto y Melibea. Recordaron la muerte de Chelo y como se sintieron todos, como su padre se quedó sin ganas de seguir adelante y como entonces no entendía a su padre pero que ahora lo comprendía muy bien , recuerda que le dijo aguantando la mirada de Héctor sin pestañear con sus manos entre las suyas:

“  
 Sí, creo que si te pasara algo a tí yo quisiera morir contigo y que si con mi vida salvara la tuya lo haría gustosamente”

Y la respuesta de Héctor que no se hizo esperar, con la voz entrecortada :

“Muchas gracias amor.. pero no lo hagas, piensa en nuestros hijos ¿qué serían de ellos?. Si me pasa algo yo prefiero que vivas por ellos, que juntos me recordéis con cariño pero sin poneros tristes, sin luto y sobre todo que sigáis con vuestra vida así habrá válido la mía para algo...No, no digas nada todavía, déjame terminar..te confieso que mi vida sin ti tampoco tendría sentido pero por nuestros hijos seguiría adelante, ¿ Me lo prometes?”

Y ella se lo prometió, después continuaron el paseo por Salamanca y nunca más han tocado el tema pero el caso de Pilar, el amor tan incondicional que sentía su padre por Rosario y la mención a Salamanca se lo han hecho recordar y es que ella, al igual que Robert, seguiría adelante por su hijos y no guardaría luto, solo en su corazón y sería un luto sin fecha de caducidad  porque esta felicidad y plenitud que siente con su marido a su lado, y por la que no para de dar gracias a Dios, jamás podrá volver a encontrarla junto a nadie que no sea Héctor.





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sábado, 15 de noviembre de 2014

El diario del padre de Pilar. Capítulo 3




Querida hija,

Junto a esta carta, tu tío Jan, te entregará un diario y un sobre marrón. Cuando lo recibas, será porque yo ya no esté a tu lado, estaré junto a tu madre y tu ya serás mayor de edad, como les hice prometer a tu tío y a tu abuela, si yo me iba el primero de nosotros. Lo escribo en español asi que perdona si no es un español muy correcto pero quiero hacerlo así por lo que ahora te voy a decir.

El diario lo empecé a  escribir a la semana siguiente de morir tu madre. Te cuento en él como  la conocí, lo que nos pasó cuando regresamos juntos, tu espera y nuestros sueños, su accidente y mi tristeza por perderla y por no haber seguido luchando como ella quería.
También le cuento a ella, por eso en castellano ya que tu madre no llegó a aprender a leer en flamenco,  como crecías día a día ( sé que de alguna manera ella lo va a leer), como te ibas convirtiendo en una niña maravillosa, despierta y lo bien que dominabas ya el español además del flamenco y el francés. Todo lo que lo he vivido através de ti se lo he ido contando a tu madre.

Siempre te he dicho que te llamas igual que tu abuela, la madre de tu madre y es cierto, pero también te pusimos Pilar porque fue en Aragón dónde nos conocimos, en el frente de Teruel. Me fui a España como brigadista, fui uno más de los trescientos y pico voluntarios que partimos de Bélgica para servir al ejército republicano. Tu madre era enfermera y como tal la conocí en Teruel. A un camarada  le tuvieron que apuntar una pierna y en las visitas que le hacía conocí a tu madre que ya era madre por aquel entonces. Si Pilar, tienes un hermano, un medio hermano del que nunca has oído hablar.

Nos enamoramos, algo que ella no creía posible pues en el 36, unos meses antes del alzamiento nacional su pareja murió en un altercado . Dos días más tarde del alzamiento tu madre, preocupada por los acontecimientos decidió llevar a Miguel, tu hermano materno, fuera de Madrid, junto a su madre, a un pueblo de Segovia al principio y después a Segovia capital. Miguel tenía 9 meses pero tu madre decidió presentarse como enfermera voluntaria cuando comenzó la contienda. Quería seguir luchando por los ideales de su pareja y padre de su hijo, convencido republicano que creía firmemente que solo la república podía salvar a España, sacarla de la pobreza y la ignorancia. Quería para Miguel una España más justa.

Como te decía, nos conocimos y nos enamoramos en el hospital de campaña al mando de un doctor americano, como los instrumentos que tenían, como decía tu madre, pero de eso más en mi diario. Cuando tuvimos que abandonar el frente de Teruel pasamos al del Ebro pero de allí también tuvimos que retirarnos. La contienda estaba perdida y en Europa se estaba forjando otra, era hora de volver a casa. Tu madre se vino conmigo, no sin antes intentar, por todos los medios, tener noticias de su madre y de Miguel. Ir a Segovia nos fue imposible y los mensajes no llegaban. Decidimos, con mucho dolor por  parte de tu madre,  intentarlo desde Bélgica, mandar a mi hermano a España pero las cosas se complicaron.

En el diario te detallo todo lo que pasó desde nuestra llegada, nuestro paso por la resistencia, nuestra  boda cuando Bélgica fue liberada, la espera de tu nacimiento años más tarde, porque te hiciste esperar Pilar mucho y, todos los intentos por encontrar a Miguel y a tu abuela. Tu tío Jan viajó  dos veces a Segovia, la primera en 1946 y le dijeron que la señora de la casa se encontraba fuera y no quisieron ayudarle. La segunda antes de que nacieras tu, en abril de 1950,  acompañado de un funcionario de la embajada belga pero no sirvió de nada. La casa estaba cerrada a cal y canto, desde el 46 nos dijeron y nadie conocía el paradero de la familia. Lo más raro de todo era que las cartas que tu madre escribía y mandaba a España todas las semanas nunca eran devueltas.

Cuando nos llegó la noticia de que los aliados habían liberado Brujas regresamos a casa de la abuela. Ese 12 de septiembre de 1944 para nosotros era una fiesta pero para nuestros camaradas de la resistencia holandesa la lucha no había terminado. De todo esto más en mi diario. Retomo lo de Miguel, ya sabes que escribo muy desordenado, perdona.

Desde que volvimos a Brujas no faltó ninguna semana que tu madre no mandara una carta a Segovia, nunca contestaron pero como ya te dije tampoco nos fueron devueltas aunque esto cambió una mañana de noviembre de 1950. Tu tenías tres meses, al bajar al comedor nos encontramos, sobre la moqueta del recibidor, una nota y un sobre marrón que colgaba de la ranura de las cartas de nuestra puerta de la calle. En el sobre estaban todas las cartas enviadas durante todos esos años. Las cartas estaban sueltas, sin sobres, habían sido leídas y tu madre guardaba la esperanza que hubieran sido por tu abuela, que algo la hubiera impedido contestar . La nota que había junto al sobre estaba escrita en francés. Era escueta pero tanjante  nos recomendaban que dejáramos de buscar a Miguel, que no mandáramos más cartas ni enviáramos a nadie si queríamos vivir en paz y disfrutar del bebé recién nacido. Tu madre dijo que no pensaba olvidar a su hijo y como ya tenía la nacionalidad belga se presentó en la embajada española para que la ayudaran. Tres días más tarde tuvo el desgraciado accidente con la bicicleta en el que se  desnucó al caerse y darse con el bordillo de la acera. Su cadena se había soltado y su abrigo largo se enganchó en un pedal al querer saltar, al no poder frenar. Te imaginarás como nos sentimos, como me sentí. No me hacía a la idea de no volver a verla nunca más. Habíamos pasado tanto juntos y ahora que te teníamos, que nos sentíamos tan felices aunque con la espinita de no tener a Miguel con nosotros, un maldito accidente terminaba con nuestros sueños, pero mi angustia no acabó ahí.

 Cuando regresamos de su entierro, al abrir la puerta de casa nos encontramos con otra nota que habían echado por la ranura de nuevo.  
Escrita también en  francés me despejó las dudas que tenía sobre el accidente y mi miedo al igual que mi rabia aumentó. Escribían que lamentaban el accidente, solo pretendían asustarla al manipular la cadena y me recordaban que aprendiera la lección, que no buscara a Miguel, en caso contrario tu podrías ser la próxima víctima sin querer.

Pilar, perdóname el silencio durante todos estos años, no te enfades con tu abuela ni con tu tío por haber guardado silencio. Solo tu contabas y queríamos que crecieras feliz, que pudieras jugar en la calle como otras niñas y por eso no seguí buscando a Miguel como tu madre hubiera hecho, ni te hablamos de él y nos inventamos otra historia sobre tu madre y sobre mi.

Querida hija, como te conozco bien, si quieres indagar sobre Miguel por favor, contrata a unos profesionales, no lo hagas tu sola, tengo miedo.
Recibe mis últimos besos y abrazos, te quiero, siempre has sido lo más preciado que he tenido, eres el vivo retrato de tu madre y de nuevo, perdona mis silencios.
Tu padre,
Robert Lefferink,
Brugge , 20 de noviembre de 1960.

Así, con el nombre de la ciudad, la fecha y el año termina la carta que Robert escribió a su hija Pilar. Bonilla enciende un cigarrillo y mira pensativo a Héctor. La lectura no le ha llevado mucho tiempo pero algunas cosas no le han quedado muy claras, quizás porque hace muchas referencias a un diario que no tienen.

-        ¿ Qué datos tenemos sobre Miguel exactamente? ¿ Estaban casados sus padres – pregunta Bonilla mirando a Héctor       
   -    No estaban casados pero si estaba reconocido y llevaba los apellidos de los dos. Miguel González Ramírez. Nació el 24 de diciembre de 1935 en Madrid. El padre se llamaba también Miguel, el segundo apellido Robert no lo sabía. Rosario se apellidaba Ramírez Velasco y vivían juntos en Carabanchel Bajo.  Robert no estaba seguro, según cuenta en el diario, pero creía que los dos eran de Segovia. Rosario había nacido en Coca pero creció en la ciudad de Segovia.
-        No tenemos mucho, es verdad y han pasado muchos años ¿ La última vez que vio a su hijo fue en octubre de 1936?- pregunta Bonilla.
-        Verle a él y a su madre sí. Durante la guerra pudo comunicarse con su madre y tener noticias de Miguel de vez en cuando pero a partir de 1938 ya fue imposible. Luego en Bélgica con la guerra tampoco pudo hacer nada y el tío lo intentó dos veces, como lees en la carta.
-        Pilar nació en 1950, en agosto y su madre muere a finales de noviembre – comenta Bonilla mirando las notas de Héctor - ¿Y no te parece interesante investigar esa muerte?, el mes que viene voy con Matilde para Brujas, he podido cambiar los billetes y ya tenemos contactos con colegas en Bélgica que podrían ayudar.
-       Nuestra licencia no sirve para fuera de España pero si podemos colaborar con detectives de   Bélgica aunque ¿ crees que a Matilde le va  a hacer gracia? Al fin y al cabo el viaje lo hacéis por gusto, para aprovechar los billetes pero no para trabajar.
-        Tampoco me voy a pasar todo el día con los colegas. Podemos empezar ya a hablar con ellos asi si no hay nada pues me despreocupo del caso en Bruselas.
-        Como quieras, toma tu contacto con Ten Cate, me dio recuerdos para ti, habla un poco español también.
-        Sí, habla un poco , vive en un barrio donde hay muchos emigrantes. ¿ Te ocupas tu de ver si hay algo sobre Miguel en el ayuntamiento de Carabanchel?
-        Mañana mismo Bonilla, he quedado con Maria,  hoy sale  pronto del colegio y vamos a comer algo juntos por ahi, los dos solitos, aprovechamos que Asun comerá con su madre cuando terminen las compras y a Trino le han dejado la comida hecha.
-     Me parece muy bien, padre e hija de confidencias ¿no? pero no te olvides que mañana viene Gustavo, necesita que le echemos un cable en un caso.
-      No te preocupes, vendré primero al despacho y ¿ crees que Vallejo nos podrá ayudar a nosotros?
-      Luego le llamo, supongo que sí,  ya está completamente recuperado de su bronquitis y deseando salir de casa.  Ya sabes como es su mujer, le cuida tanto que le agobia .
-      Asi son casi todas las mujeres pero en el fondo nos gusta, a mi al menos me encanta que me cuide Asun aunque protesto por inercia – ríe Héctor, levantándose de la silla, poniéndose el abrigo .
-       Asun y tu sois casos aparte, seguro que los colegas en Bruselas se habrán dado cuenta.
-       No te digo yo que no. Bueno, hasta mañana y saludos a Matilde- contesta cerrando la puerta.

Mientras Héctor camina al colegio de su hija, en el patio del mismo, se han formado como de costumbre grupitos de chicas que hablan animadamente entre ellas. Las chicas están en COU pero no comparte todas las asignaturas, Clara ha elegido un paquete diferente al de María y Suzanne y solo tienen algunas clases en común y aprovechan para ponerse al tanto en cuanto están juntas.  María, Suzanne y Clara y dos chicas más están comentado la situación de otra compañera que ha dejado el colegio.

-        Pues no me parece bien – dice Suzanne – el que se haya quedado embarazada no es impedimento para que no termine el curso. El niño nace en el otoño ¿no? en mayo, cuando tenemos que hacer los exámenes ni tan siquiera se le notará el embarazo.
-        Pero todo el colegio lo sabe y no todas son tan liberales como tu, Suzanne – comenta Sandra una de las chicas -  además se va a casar y las monjas no admiten a chicas casadas en el colegio.
-        A mi tampoco me parece bien – dice María – que deje los estudios y que se case.
-        Mira ésta – comenta Lourdes, otra de las chicas - ¿ y qué tiene que hacer según tu? ¿Acaso la opinión de sus padres no cuenta?
-        Lo que cuenta es lo que Mayte quiere y si sus padres la quieren tendrían que apoyarla. Mayte no estaba muy segura de querer a Manolo. Ha cometido una equivocación, eso está claro, es un error acostarse con un chico para estar segura de tus sentimientos, pero si no puede seguir en el colegio siempre puede ir a una academia a continuar con sus estudios, un embarazo y una boda no tienen porqué dar al traste con los estudios necesariamente.
-        Exacto – dice Suzanne - ¿ y tu que opinas Clara?
-        Estoy con vosotras, no me parece que hoy en día tengas que dejar de estudiar por un embarazo, si de verdad quieres estudiar,  pero también es cierto que puede retomar sus estudios más adelante si tiene las ideas claras pero de Mayte lo dudo, creo conocerla mejor que vosotras y nunca ha tenido las ideas claras.

La conversación se corta al ver al padre de María entrar al colegio. Las chicas le saludan con un beso como tienen costumbre y tras charlar un rato con Clara y Suzanne, Héctor camina con María, cogidos del brazo por la calle Velázquez .

-        ¿ Podemos comer en el VIP de un poco más arriba? – pregunta María.
-        Como quieras, me tienes toda la tarde a tu disposición y tus deseos son órdenes princesa.
-        No exageres papá y gracias, me gusta ese sitio, he ido muchas veces con Tim y ahora también quiero tener el recuerdo de haber estado contigo allí.

María , con sus casi 17 años se ha convertido en una preciosa jovencita tan sensata como su madre, según su abuela Felisa.  Quiere con locura a sus padres, a su hermano y a toda su familia pero su padre es un caso aparte. Tiene una gran complicidad con él, le adora y éste a su vez se siente muy orgulloso de su princesa que ha crecido muy rápidamente, para su gusto. María se ha acostumbrado desde pequeña a contarle todo a su padre, tiene tanta confianza con él como con su madre. Sentados ya a la mesa, frente a frente, con sus bandejas delante de ellos, los abrigos en el respaldo de sus sillas, María y su padre hablan si cesar y ésta le cuenta el caso de Mayte.

-        ¿ Vosotros me apoyaríais verdad, papá?
-        Claro que sí princesa pero por favor, recuerda tus palabras, no hay que acostarse para estar segura de los sentimientos y ni aún estándolo cuando se es tan joven como vosotras.
-        No te preocupes papá, ya te lo he dicho mil veces, Tim y yo no lo vamos a hacer, preferimos esperar pero recuerda tu también tus palabras de ahora si sucediera, que no va  a suceder.- termina María esa conversación, levántadose y dándole un beso y un abrazo a su padre.

Poco más tarde salen del VIP y de camino de vuelta a casa María comienza a sentirse incómoda.

-        ¿ María, qué te pasa, te encuentras mal? – le pregunta su padre
-         No, no, estoy bien pero tengo la misma sensación que tuve en Londres, algo ha pasado y quiero llegar a casa cuanto antes.
-        No me asustes princesa, pero ya estamos cerca de casa – contesta Héctor – tomando de la mano a su hija apretando el paso, recorriendo los 300 metros que les separaban de casa volando y al llegar al portal se encuentran con Trino quien exclama.
-        ¡ Gracias al señor que habéis llegado!
-        ¿ Le ha pasado algo a Asun, a Daniel, a Felisa .....?
-        No, no, están arriban , nosotros bien. Tim ha tenido un accidente pero no es grave- cuenta Trino sin dejar de terminar hablar a Héctor.
-        ¡Lo sabía, lo sabía! – grita María subiendo las escaleras corriendo seguida por su padre.

Una vez arriba se entera por su madre de que Suzanne ha llamado para contar que su hermano se ha roto la clavícula jugando al rugby y que su madre se iba mañana a verlo. Poco más tarde es Héctor quien habla con Glen y quien propone que el viernes vuelen María y Suzanne para ver a Tim. Mucho tiempo para pensarlo no tiene y acepta el ofrecimiento de que los billetes de las  chicas corran a cuenta de los White. Asunción mientras tanto calma a María y a la hora de la cena la chica ya está más tranquila sobre todo porque al final ha podido hablar con Tim por teléfono.

-        Gracias Héctor por no oponerte a que María se vaya con Suzanne el viernes por la tarde a Inglaterra. – le dice Asun a su marido pasándole la mano por la cara mientras se recuesta en su hombro metidos ya en la cama.
-        La verdad es que no sabía que contestar cuando Glen me lo ha sugerido. Pero tiene razón, como la madre de Tim vuela mañana,  lo único que hacen solas es el viaje de ida pues el domingo vuelven con ella. Alejandro las estará esperando en el aeropuerto  y el vuelo es directo. No me hace gracia pero entiendo que mi princesa quiera ver a Tim aunque solo sea un día y que a este le alegre ver a su hermana y a María. ¿ Sabes lo que me ha dicho esta tarde?
-        No , normalmente me lo contáis los dos pero con esto del accidente no me habéis dicho nada.

    Héctor le cuenta lo de Mayte y Asun comenta.

-     Así que esa era la razón por faltar a clase. Estoy de acuerdo con mi hija, sus padres tenían que preguntarla que es lo que ella quiere de verdad.  Y de paso, te recuerdo, que yo tampoco era tan mayor la primera vez que me acosté contigo.
-     Lo recuerdo muy bien, fue cuando lo de Chelito pero no es lo mismo.
-     Claro, María es tu hija y a los padres se os hace cuesta arriba pensar en esa posibilidad ¿no?
-     Pues sí, tienes razón, se hacen mayores demasiado pronto. Pero bueno, después de eso me dijo que somos un referente para ella en como una pareja debe vivir su amor por un comentario que hice. Me ha dejado de piedra, pensaba que iba a decir que éramos un referente como padres, pero me salió con esas.
-      Y como padres también lo somos ¿ acaso lo dudas? – contesta Asun acariciando el pecho de su marido- ¿ pero qué  comentario era?
-     Hablando de nuestro viaje a Bruselas, y lo de Pilar, ya sabes que María se interesa mucho por nuestros casos, se me ocurrió decirle lo que comentó sobre que parecíamos dos adolescentes por ir de la mano y besarnos en la calle, y entonces me saltó con eso – responde Héctor besando las manos que le acarician.
-     No tenemos remedio cariño o quieres que lo pongamos – pregunta Asun poniendo cara de resignación
-      ¡De ninguna manera!, no sé que haría si no pudiera acariciarte y besarte como lo hacemos.
-      Ni yo que haría sin ti, no quiero ni imaginármelo- responde Asun abrazando a su marido- y bésame cariño cuanto quieras y cuando quieras, me muero por tus besos y por tus caricias, mi amor.


Y entre besos y caricias se que quedan dormidos, María por su parte también se queda dormida deseando que llegue el viernes para ver a Tim.